Tras la excepción de petróleo y minerales, la proporción de las exportaciones afectadas para Colombia se reduciría al 2,1 % del PIB.
Desde el pasado sábado 5 de abril, entró en vigor la primera fase del nuevo paquete de aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el marco de lo que muchos analistas ya califican como una nueva guerra comercial global. En esta etapa inicial, 125 países, entre ellos Colombia, deberán asumir un gravamen del 10 % sobre sus exportaciones hacia el mercado estadounidense, una decisión que podría redefinir el comercio internacional y generar serios efectos en la economía nacional, especialmente en el sector agropecuario.
La medida, parte de una ofensiva comercial más amplia, contempla aranceles crecientes que alcanzan hasta el 46 %, como es el caso de Vietnam. China enfrentará una tarifa del 34 %, la Unión Europea del 20 %, y otros países como Taiwán (32 %) e India (26 %) también fueron gravemente afectados. La segunda fase de estos aranceles entrará en vigor el próximo martes 9 de abril e incluirá sanciones más severas.
Un golpe para América Latina… y Colombia no es la excepción
Aunque países como México y Canadá quedaron excluidos del listado principal debido a su pertenencia al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), los productos que no se encuentren cobijados por el tratado deberán enfrentar un arancel del 25 %. Para Colombia, que destina cerca del 30 % de sus exportaciones a EE. UU. (unos US$14.300 millones), la aplicación del nuevo gravamen representa una amenaza directa sobre su balanza comercial y su producto interno bruto (PIB), equivalente al 3,5 %.
Afortunadamente, el petróleo —que representa el 40 % de las exportaciones colombianas hacia Estados Unidos— fue excluido de la lista de productos gravados. Esta decisión atenúa parcialmente el impacto económico, reduciendo la afectación al 2,1 % del PIB, según estimaciones de XP Investment. Sin embargo, productos como el café, las flores, los bananos, las frutas tropicales, los textiles y las confecciones no corrieron con la misma suerte.
El agro, principal afectado
Los sectores más golpeados serán los del agro colombiano. Las exportaciones de café verde hacia Estados Unidos, que en 2024 alcanzaron los US$1.371 millones, podrían experimentar una disminución significativa en su demanda si los consumidores norteamericanos enfrentan un aumento de precios. “El anuncio del presidente Trump genera una legítima preocupación en nuestro sector cafetero, especialmente por su posible efecto en la demanda en nuestro mercado más importante”, aseguró Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC).
En ese mismo sentido se pronunció Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), al advertir que “aunque el arancel de 10 % parezca pequeño, tiene consecuencias muy relevantes para el sector agropecuario que exporta más de US$3.600 millones a EE. UU.”.
Por su parte, Javier Díaz Molina, presidente de Analdex, enfatizó en la desventaja competitiva frente a México, que sigue exportando productos agropecuarios a Estados Unidos con arancel cero: “Productos como café, plátano, limones, aguacates y flores son bienes con los que competimos con México. Al tener un producto más barato, el consumidor estadounidense va a empezar a preferirlos”.
México, un competidor fortalecido
La exclusión de México del listado de aranceles agrícolas podría convertirse en una ventaja comercial sustancial para ese país, y una amenaza para Colombia. Por ejemplo, en el segmento de los limones, México domina con una participación del 70,3 % (US$811 millones), mientras que Colombia apenas ha alcanzado el 11,2 % (US$129 millones). En cuanto al aguacate, México concentra el 90,1 % de las importaciones de EE. UU., frente al modesto 2,5 % colombiano.
En el caso de los bananos, Colombia aún conserva cierta ventaja sobre México —con exportaciones por US$225 millones frente a los US$197 millones mexicanos—, pero esta diferencia podría cerrarse si los aranceles persisten por un periodo prolongado. La Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) estima que 15 millones de cajas, unas 300.000 toneladas anuales, se exportan a Estados Unidos desde Colombia. “Aunque el arancel del 10 % se aplica a todos nuestros competidores regionales, como Ecuador, Costa Rica y Guatemala, la clave será monitorear el consumo estadounidense y el comportamiento de México a mediano plazo”, explicó Emerson Aguirre, presidente de Augura.
Perspectivas y riesgos para la economía colombiana
Los efectos de estos aranceles no se limitan al comercio directo. Según Theidore Kahn, director de Control Risks, Colombia podría enfrentar un crecimiento más lento del consumo estadounidense, lo que limitaría aún más sus exportaciones: “Ya estamos viendo reducciones en las proyecciones de crecimiento a nivel global. Esto afectará directamente a los países exportadores como Colombia”.
En ese sentido, expertos advierten sobre un escenario de menor ingreso por divisas, mayor presión sobre la balanza comercial y una posible afectación en la generación de empleo en sectores como el floricultor, el bananero y el textil.
¿Qué puede hacer Colombia?
Ante este nuevo panorama, el Gobierno colombiano se enfrenta al reto de diversificar sus mercados de exportación, acelerar tratados comerciales con Asia y Europa, y buscar alianzas estratégicas que permitan mantener competitividad. Así mismo, se hace urgente fortalecer las cadenas de valor nacionales y generar incentivos a la producción local para mitigar los efectos adversos de este nuevo ciclo proteccionista desde Washington.