“Se nos están paseando por enfrente”: explosivo reclamo de alto oficial del Ejército tras captura de presuntos integrantes de los Comandos de Frontera en Putumayo
Uniformados y fuertemente armados, nueve presuntos miembros del grupo ilegal se movilizaban en un bus de servicio público cuando fueron interceptados por tres policías. El operativo desató una dura reprimenda del mando militar a sus tropas por la inacción frente al crimen organizado.
Un operativo policial de rutina terminó revelando una preocupante falla en el sistema de control territorial de las Fuerzas Militares en el sur del país. En la noche del viernes, tres policías de la Dirección de Tránsito detuvieron un bus de servicio público afiliado a la empresa Cootransmayo, que circulaba por la vía internacional Santana – Mocoa, a la altura del sector de Villaflor. Lo que encontraron en su interior dejó atónitos incluso a los propios uniformados: nueve personas —presuntamente integrantes del grupo armado “Comandos de Frontera”— vestidas con uniformes pixelados de uso privativo de las fuerzas militares, portando armas de guerra y material de comunicaciones.
El vehículo, que se movilizaba con total normalidad por una de las principales arterias viales del departamento, transportaba además:
- 5.113 cartuchos calibre 5.56
- 5 proveedores de fusil
- 5 pistolas calibre 9mm con sus respectivos 9 proveedores
- 336 cartuchos 9mm
- 1 radio de comunicaciones
- 5 celulares
- 18 uniformes militares pixelados
- 10 chalecos tipo arnés
- 9 morrales de campaña
- 25 cintelas

El resultado operativo fue contundente, pero la reacción institucional fue aún más estruendosa. En un audio que circula entre las filas del Ejército, un alto oficial, visiblemente molesto, lanzó un fuerte llamado de atención a sus tropas. Con tono directo y sin rodeos, denunció que los bandidos “se nos están moviendo por las carreteras principales, de manera descarada… y nosotros no hemos entendido”.
“Tres policías, valientes policías, pararon el carro y ¡puf! ¡Qué sorpresa! Se encontraron a esos bandidos y se encontraron ese material. El mérito es de nuestra Policía Nacional”, comienza diciendo el oficial, destacando que el operativo fue realizado sin apoyo del Ejército, en una zona por donde las tropas se movilizan constantemente.
Pero la declaración no se detiene ahí. En un tono creciente de indignación, el oficial señala que los miembros del grupo armado pasaron por múltiples puntos de control militar sin ser detectados: “Se nos pasan por enfrente de la Guardia … se nos deben estar pasando por la mitad de Mocoa”.
La grabación —que ha generado revuelo dentro de la institución— incluye un cuestionamiento frontal a la cadena de mando: “Espero que los comandantes de pelotón entiendan, que los comandantes de compañía y de batallón entiendan la misión que estamos cumpliendo. Nos respetan al Ejército porque no estamos actuando”.
El oficial también denunció una preocupante falta de presencia militar durante las noches, advirtiendo que mientras la Policía mantiene operativos hasta la medianoche, el Ejército parece entrar en pausa al caer la tarde. “Pareciera que llegan las seis de la tarde y todo el Ejército se va a descansar y a prestar de centinela. La policía nos está mostrando cómo es que se hace la cosa”, dijo.
En el mismo audio se hace referencia a pelotones del Batallón de Infantería de Selva (BISOL) que no están en operaciones ofensivas, a pesar de contar con personal disponible. “¿Dónde deben estar esos pelotones? Haciendo controles, retenes nocturnos, las 24 horas si es necesario. Y si hay que dejarlos dormir de día, que duerman de día”.
La intervención del comandante también deja claro que no se trata únicamente de un reproche operativo, sino de un llamado de urgencia frente a la pérdida de capacidad disuasiva: “Nos están viendo débiles, y eso es muy grave. Los bandidos se nos están riendo en la cara”.
Desde la Policía Nacional, la directora de Tránsito y Transporte, general Susana Blanco, confirmó que el operativo fue posible gracias a la reacción oportuna de sus hombres y anunció el envío de un componente especializado desde Bogotá. “Vamos a seguir trabajando de forma contundente porque no vamos a permitir que nuestros ejes viales se conviertan en rutas del crimen. Seguimos en la lucha contra los grupos al margen de la ley”, señaló.
El episodio deja en evidencia el desafío estructural que enfrenta la fuerza pública en territorios como Putumayo, donde estructuras armadas ilegales como los Comandos de Frontera ejercen un control paralelo y, como muestra este caso, logran desplazarse con impunidad incluso en vehículos de transporte público y a plena vista.
Aún no hay pronunciamiento oficial por parte del Ejército frente al mensaje del alto mando, ni se han anunciado correctivos concretos. No obstante, el eco de sus palabras continúa retumbando en los batallones del sur del país, donde la línea entre vigilancia y omisión parece haberse desdibujado peligrosamente.