Washington lanzó advertencia formal a través del representante de comercio, Jamieson Greer, y podría tomar medidas coercitivas si Colombia no reconsidera su decisión.
Una nueva tensión comercial se abre entre Colombia y Estados Unidos luego de que el representante de comercio estadounidense, Jamieson Greer, envió una carta oficial a la ministra de Comercio (e) de Colombia, Cielo Rusinque, advirtiendo que el gobierno estadounidense podría suspender las exportaciones de vehículos hacia Colombia a partir del 2 de mayo. La causa: la intención del gobierno colombiano de modificar los requisitos de certificación para automóviles y sus componentes, dejando de aceptar los estándares de Estados Unidos, conocidos como Federal Motor Vehicle Safety Standards (FMVSS).
Greer calificó la decisión como una “práctica comercial desleal” y enfatizó que Colombia no ha presentado “ninguna prueba” que justifique el cambio en los mecanismos de certificación, cuestionando la legitimidad técnica y comercial de la decisión.
“La insistencia de Colombia en cambiar los requisitos de certificación […] sin aportar ninguna prueba de que el método actual para demostrar la conformidad con las FMVSS de Estados Unidos no cumple con los objetivos de seguridad y rendimiento de Colombia, constituye una práctica comercial desleal que podría generar una rápida acción coercitiva por parte de Estados Unidos”, indicó el funcionario en su misiva.
El trasfondo de la decisión
Según fuentes del sector automotor colombiano, la modificación de los requisitos obedece a un intento del gobierno de Gustavo Petro de armonizar los estándares técnicos con los de otras regiones como Europa, en el marco de políticas ambientales y de seguridad más estrictas. Sin embargo, el giro abrupto en los procedimientos y la falta de consulta con los principales socios comerciales ha generado preocupación entre los exportadores estadounidenses.
Los FMVSS son un conjunto de normas técnicas que regulan aspectos clave de la seguridad vehicular como frenos, cinturones de seguridad, sistemas de iluminación y emisiones. Estados Unidos argumenta que estos estándares son reconocidos internacionalmente y que han sido aceptados por Colombia desde hace más de una década sin que se hayan cuestionado previamente.

Implicaciones económicas y comerciales para Colombia
Un eventual cese en las exportaciones de vehículos estadounidenses hacia Colombia tendría un impacto inmediato sobre el sector automotor nacional. En 2024, Estados Unidos fue el segundo mayor proveedor de automóviles al país, con un valor estimado de importaciones superior a los 700 millones de dólares, especialmente de marcas como Chevrolet, Ford, Jeep y RAM.
Además, una acción coercitiva por parte de Estados Unidos podría afectar otras áreas del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre ambos países en 2012, lo cual representaría una escalada de tensiones comerciales que podría repercutir en otros sectores estratégicos como el agro, los textiles o los servicios.
“La incertidumbre regulatoria y los cambios unilaterales sin procesos técnicos robustos afectan directamente la confianza de los inversionistas y socios comerciales. Este tipo de decisiones, si no están sustentadas, pueden llevar a sanciones y represalias multilaterales”, señaló un analista de comercio exterior consultado por Tinta Indeleble.
Respuesta del gobierno Petro
Hasta el momento, ni la ministra Cielo Rusinque ni el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo han emitido un pronunciamiento oficial sobre la carta de Jamieson Greer. Sin embargo, fuentes cercanas al ministerio señalan que se evalúa la posibilidad de abrir un espacio de diálogo técnico con Estados Unidos para evitar la ruptura comercial.
La postura del gobierno Petro ha sido reiteradamente crítica frente a tratados comerciales considerados “asimétricos” y ha buscado en varios frentes una revisión de los compromisos adquiridos por gobiernos anteriores. No obstante, esta estrategia ha encendido alertas entre empresarios e inversionistas, que temen represalias o restricciones del mercado internacional.
Riesgos geopolíticos y diplomáticos
El tono de la carta de Greer también evidencia una tensión diplomática creciente. Aunque la misiva proviene de un funcionario de la administración Trump –posiblemente en referencia a un escenario electoral proyectado en Estados Unidos–, su contenido sugiere la existencia de una política de línea dura frente a países que desafíen los mecanismos comerciales establecidos.
Este episodio ocurre en un momento de redefinición de las alianzas regionales, donde Colombia ha buscado acercamientos con países como China, Brasil y miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en lo que algunos analistas interpretan como un giro estratégico que incomoda a Washington.
¿Qué sigue?
Si no se alcanza un acuerdo técnico o político antes del 2 de mayo, Colombia podría enfrentar la suspensión de importaciones clave del sector automotor, lo cual impactaría directamente al consumidor final con alzas en precios, desabastecimiento de repuestos y afectación al empleo en la cadena de distribución, ensamblaje y servicio técnico.
Empresarios y gremios como ANDEMOS y Fenalco han hecho un llamado urgente al gobierno para que no se tomen decisiones unilaterales sin un diálogo amplio con los sectores afectados ni con los socios estratégicos del país.