“El dolor del pueblo no es una coartada, es una tragedia que su papá causó”: Cabal a Andrea Petro
Con contundencia y sin tapujos, la senadora María Fernanda Cabal respondió a las declaraciones de Andrea Petro, hija del presidente, acusándola de desconocer la tragedia real que vive el pueblo colombiano bajo el desgobierno de su padre.
En un cruce que refleja el profundo malestar ciudadano frente a la indiferencia del poder, la senadora María Fernanda Cabal reaccionó con dureza a un comentario de Andrea Petro, hija del presidente Gustavo Petro, quien desde su cuenta de X criticó a algunos congresistas que se retiraron de una plenaria del Senado por la crítica situación de salud de uno de sus compañeros.
Andrea Petro escribió: “Algunos senadores se retiran de las plenarias escudándose en la situación crítica de una vida humana. No lo hacen por compasión, sino para eludir su responsabilidad. Utilizan el dolor ajeno como coartada. El deber con el pueblo no se abandona por conveniencia”.
Pero la respuesta no se hizo esperar, y llegó con fuerza desde la oposición. María Fernanda Cabal, sin rodeos, desenmascaró la hipocresía del discurso petrista y devolvió la crítica con nombres, cifras y dolor: “Andrea, la invito a conocer el verdadero dolor del pueblo colombiano, ese que ustedes dicen defender, pero al que han dejado abandonado”.
La senadora expuso con crudeza tres casos que retratan la tragedia que viven miles de colombianos por culpa de un sistema de salud que colapsa bajo el mandato de Petro. No se trata de argumentos políticos: se trata de muertes que pudieron evitarse si el Gobierno hubiera hecho su trabajo.
“Han humillado a los ciudadanos con un sistema de salud en crisis, donde muchos han muerto esperando atención”, sentenció Cabal.
Uno de esos casos es el de Juan Manuel Villamil, un niño de 11 años que murió en septiembre de 2024 en Bogotá tras meses sin recibir medicamentos esenciales por culpa de la liquidación de su EPS, Compensar. El Estado no garantizó su tratamiento, y pagó con su vida.
El segundo caso, aún más desgarrador, es el de Valentina Reyes, de apenas 4 años. La niña falleció en mayo de 2024 después de casi un mes sin recibir Topiramato, un medicamento vital que estaba desabastecido en todo el país. La ineficiencia del Gobierno fue su sentencia.
El tercero, el de Daniela Gallego, una joven de 19 años con leucemia, quien murió en julio de 2023 en Rionegro (Antioquia) porque su tratamiento dependía de un medicamento que no tenía registro del Invima ni logística de distribución. Su historia es una muestra más del abandono estatal.
Con estas pruebas, Cabal desmontó por completo el argumento de Andrea Petro. “¿Quién está utilizando el dolor ajeno como coartada? ¿Los senadores que se retiran por un compañero en riesgo o ustedes, que pisotearon el derecho a la vida de miles de colombianos con un modelo de salud criminal?”
Pero la crítica no se detuvo ahí. La senadora también recordó otras decisiones del gobierno Petro que han golpeado directamente a los más vulnerables. “Han quitado subsidios a los servicios públicos, obligando a familias humildes a pagar hasta un 30% más por el gas. Negaron créditos a estudiantes del ICETEX que soñaban con progresar. ¿Eso es defender al pueblo? No. Eso es condenarlo”.
La intervención de Cabal, que rápidamente se hizo viral en redes, no solo desarma el discurso supuestamente moral de la hija del presidente, sino que pone sobre la mesa la desconexión de la familia Petro con la realidad que vive el país. Mientras desde el Palacio se dan discursos sobre “el cambio” y la “justicia social”, en las casas colombianas el cambio se siente en forma de recibos impagables, medicamentos que no llegan y muertes que nadie responde.
Con esta declaración, Cabal marca nuevamente una línea clara entre quienes defienden un Estado funcional y quienes, como el Gobierno Petro, juegan con el dolor de los colombianos mientras culpan a otros de sus propios fracasos.
Y concluye con un mensaje que retumba como advertencia política y moral:
“Aquí le dejo este hilo con casos reales, para que entienda quiénes son los que realmente usan el dolor ajeno como coartada y abandonan al pueblo por conveniencia”.
El dolor del pueblo no es retórica. Es sangre, ausencia y silencio. Y esa tragedia –como lo dijo Cabal–, tiene responsables con nombres propios.