Desde Anato, la precandidata presidencial presentó su hoja de ruta para el turismo: seguridad en las carreteras, una Policía especializada, menos burocracia y un Estado aliado del empresario.
Con un mensaje directo contra la burocracia y un llamado a devolverle la seguridad a Colombia, la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal sacudió el 29 Congreso Nacional de Agencias de Viajes y Turismo (Anato). Ante empresarios del sector, la dirigente del Centro Democrático no solo habló de turismo, sino que trazó una radiografía del país que quiere gobernar: menos Estado, más libertad empresarial y un regreso a la autoridad como base del desarrollo.
“Los empresarios grandes, medianos y pequeños son los que generan riqueza, no el Estado. Menos Estado, más libertad para hacer empresa es lo que propongo”, enfatizó, advirtiendo que la propuesta de crear un Ministerio de Turismo sería apenas otra carga burocrática que no resuelve los problemas de fondo.
Seguridad: condición para el turismo y para el país
El eje central de su discurso fue la seguridad. Cabal evocó los años en que viajar por Colombia significaba exponerse a secuestros, retenes ilegales y carreteras abandonadas, hasta que la política de seguridad democrática de Álvaro Uribe implementó el programa “Vive Colombia, viaja por ella”.
“Ese fue el mejor ejemplo de que con determinación se libera un país. Vamos a regresar a las caravanas del turismo, con seguridad, tecnología y esperanza en recuperar a Colombia”, aseguró, dejando claro que su visión de gobierno pasa por restaurar la confianza en el territorio nacional.
La precandidata se comprometió a fortalecer una Policía de Turismo moderna, equipada y especializada, que pueda dar garantías a los visitantes nacionales y extranjeros. También planteó la creación de un aplicativo digital que conecte al turista con rutas seguras y mecanismos de alarma en tiempo real.
“La paz no se negocia, la paz se impone. Solo con seguridad se puede desarrollar el turismo”, sentenció.
Un Estado socio y no verdugo
Cabal habló desde su experiencia personal como empresaria, recordando cómo el exceso de trámites asfixió su primera agencia de viajes. “Me tomó un año sacar un permiso de la Aeronáutica Civil. ¿Cómo hace un pequeño empresario sin contactos para sobrevivir? El Estado debe ser socio del empresario, no su verdugo”, afirmó.
En ese mismo sentido, criticó el modelo estatista que, según ella, ha dominado los últimos gobiernos y que ha frenado la competitividad del país. Su propuesta: crédito, menos trabas regulatorias y reglas claras para emprender.
Formación y participación comunitaria
La senadora también puso sobre la mesa la necesidad de que el SENA se convierta en un verdadero motor de formación ajustado a las demandas del sector turístico. Propuso que la entidad prepare estudiantes en idiomas, atención al cliente, guianza y gestión hotelera, con el fin de responder al crecimiento de la industria.
Además, defendió que el turismo debe dejar de ser un negocio concentrado en pocas manos y convertirse en una oportunidad para las comunidades rurales: “Tenemos que lograr que campesinos y ciudadanos sean parte integral de la ruta turística”.
Cabal y su proyecto de país
Más allá de las propuestas puntuales para el turismo, su discurso en Medellín sonó como un preludio de campaña presidencial. “Confiando en Dios seré la primera mujer presidente de Colombia para erradicar la corrupción, premiar el mérito y combatir la mediocridad. Un gobierno con mano firme contra los bandidos y corazón grande con los ciudadanos”, dijo entre aplausos.
Cabal marcó distancia de los discursos oficiales centrados en “ministerios y nuevas dependencias”, y puso sobre la mesa una tesis que busca abrirse camino en la contienda presidencial: el turismo solo despegará si se garantiza seguridad total y si el Estado deja de convertirse en un obstáculo para quienes arriesgan y emprenden.


















