La Policía Nacional rescató a una menor de 17 años que pedía auxilio desde un establecimiento de lenocinio en Campoalegre. El presunto proxeneta fue capturado tras mantenerla retenida por una supuesta deuda económica.
Una rápida acción policial evitó lo que pudo convertirse en una tragedia silenciosa. En un operativo que demuestra la efectividad del patrullaje preventivo, la Policía Nacional rescató a una adolescente de 17 años que se encontraba privada de su libertad dentro de un establecimiento de lenocinio en el barrio La Caraguaja, y capturó al presunto proxeneta que la mantenía retenida bajo el argumento de una deuda económica.
El caso se descubrió cuando una patrulla de vigilancia que recorría el sector escuchó los gritos desesperados de auxilio de una joven que pedía ayuda desde una ventana del lugar. Los uniformados reaccionaron de inmediato, asegurando el perímetro y logrando establecer contacto con la víctima, quien, entre lágrimas, relató que había sido trasladada desde la ciudad de Cali tras recibir dinero del administrador del establecimiento, bajo la promesa de un trabajo. Sin embargo, al llegar, le habrían arrebatado sus documentos y la obligaban a permanecer en el sitio hasta saldar la supuesta “deuda”.
La situación fue denunciada como un caso de proxenetismo con menor de edad, y el sospechoso fue capturado en flagrancia y puesto a disposición de la Fiscalía URI de turno, que adelanta las investigaciones correspondientes.
El coronel Carlos Téllez, comandante del Departamento de Policía Huila, destacó el valor de los uniformados que intervinieron con rapidez, evitando un nuevo episodio de explotación sexual en la región.
“Frente a estos graves casos, hemos dispuesto planes especiales de control y verificación en establecimientos abiertos al público, en articulación con nuestro Grupo de Infancia y Adolescencia, comisarías de familia y demás entidades competentes, para prevenir toda forma de explotación sexual y garantizar los derechos de la niñez y la juventud huilense”, afirmó el oficial.
El rescate de la joven pone en evidencia la existencia de redes informales de trata y explotación sexual que operan en zonas rurales y urbanas del Huila, aprovechándose de la vulnerabilidad económica de adolescentes y mujeres jóvenes provenientes de otras ciudades. Las autoridades insisten en que estos casos no solo constituyen delitos graves, sino que además atentan contra la dignidad humana y los derechos fundamentales de las víctimas.

De acuerdo con información policial, el Departamento del Huila mantiene alertas preventivas en varios municipios donde se han identificado patrones similares de reclutamiento y traslado de jóvenes bajo engaños laborales. La institución anunció que fortalecerá los operativos de control en prostíbulos y locales nocturnos, con acompañamiento de la Fiscalía, el ICBF y las comisarías de familia, para detectar posibles casos de explotación y garantizar la protección de menores.
La Policía Nacional hizo un llamado a la comunidad para que denuncie cualquier situación sospechosa que ponga en riesgo a niños y adolescentes, a través de la línea de emergencia 123 o en la estación más cercana.
“Cada denuncia puede salvar una vida. No podemos permitir que la indiferencia se convierta en cómplice del delito”, concluyó el coronel Téllez.
El hecho ocurrido en Campoalegre es un recordatorio de que la lucha contra la trata de personas y el proxenetismo continúa siendo una prioridad para las autoridades en el Huila, una región donde la pobreza y la migración interna siguen siendo caldo de cultivo para los delincuentes que explotan la necesidad ajena.
La adolescente, bajo custodia del ICBF, recibe actualmente atención médica, psicológica y acompañamiento integral mientras avanzan las investigaciones judiciales contra el presunto responsable.


















