María Fernanda Cabal denuncia que el asesinato de Miguel Uribe es parte de un plan para liquidar la oposición. Advierte que la democracia en Colombia enfrenta su mayor amenaza bajo el gobierno de Gustavo Petro.
El magnicidio del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay ha encendido todas las alarmas. Para la senadora y también aspirante a la presidencia, María Fernanda Cabal, este crimen confirma lo que advirtió desde hace meses en su ensayo “La Democracia en Peligro”: un plan calculado para destruir a la oposición política en Colombia.
“Primero fue la condena de 12 años de prisión domiciliaria contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Ahora el asesinato de Miguel. Y hoy las amenazas contra todos los precandidatos que somos oposición. No hay garantías. Esto es un proceso maquiavélico para consolidar un régimen autoritario de izquierda”, afirmó con contundencia.
“Paz” no es entregar el país al terrorismo
En un mensaje directo al presidente Gustavo Petro, Cabal aseguró que el crimen de Miguel Uribe está relacionado con el narcotráfico:
“El Estado no puede pedir permiso para enfrentar conductas criminales. El derecho a la paz no está por encima del deber del Estado de cuidar a sus ciudadanos. Paz no es sinónimo de entrega del país al terrorismo”.
La senadora señaló a “El Zarco” Aldinever como uno de los autores intelectuales del crimen, recordando que este fue protegido en Venezuela junto a Iván Márquez, bajo el amparo del “narcodictador” Nicolás Maduro:
“¿Por qué en Venezuela Maduro protegía al asesino de las FARC mientras usted, Petro, lo convertía en negociador de paz?”.
Vínculos peligrosos y una estrategia de impunidad
Cabal sostiene que el Gobierno ha abierto las puertas de la institucionalidad a actores criminales, otorgándoles legitimidad y poder. Según la legisladora, este es el mismo libreto aplicado en Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Un libreto calcado de Venezuela
La tesis de Cabal es que Colombia está siguiendo el mismo guion que llevó a Venezuela al desastre:
Judicializar y neutralizar a los líderes opositores (como Álvaro Uribe).
Eliminar físicamente a figuras emergentes (como Miguel Uribe).
Utilizar la paz como fachada para empoderar a grupos armados y narcotraficantes.
Tejer alianzas con regímenes autoritarios como el de Maduro para blindar políticamente el proyecto.
“Esto no es coincidencia ni improvisación. Es la ejecución de un plan coordinado para someter al país a la hegemonía socialista, disfrazada de justicia social”, advirtió.
“La democracia está en la UCI”
Para Cabal, el magnicidio de Miguel Uribe es un punto de quiebre: “La democracia en Colombia está en cuidados intensivos. Si los colombianos no reaccionamos, este será el último capítulo antes de despertar en un régimen sin libertades, con un Estado cómplice del terrorismo y del narcotráfico”.
La senadora recordó que en “La Democracia en Peligro” ya había advertido sobre el riesgo mortal que enfrenta la oposición. “No hay garantías. El gobierno que se dice pacifista ha entregado el país a los violentos. Esto es el pacto de la impunidad, no de la paz”.
Preguntas que no pueden quedar sin respuesta
¿Quién dio la orden de proteger a ‘El Zarco’ Aldinever en Venezuela?
¿Qué relación existe entre el Cartel de los Soles y figuras del actual gobierno?
¿Por qué un asesino de las FARC terminó sentado como negociador de paz?
¿Es la “paz total” un proyecto para acabar con el narcotráfico o para blindar al crimen organizado?
Un mensaje de alerta
El asesinato de Miguel Uribe no solo es una tragedia personal y política: es un mensaje claro para todos los que se opongan al actual proyecto de poder. “Hoy fue Miguel. Mañana puede ser cualquiera que no se arrodille ante el socialismo”, sentenció Cabal.
La pregunta que queda en el aire es brutalmente simple: ¿será este el último aviso antes de que Colombia pierda, definitivamente, su democracia?


















