Con una tasa de desempleo de 9,1%, se inicia la discusión sobre el aumento del salario mínimo para 2025
La tasa de desempleo, con la que se discutirá el mínimo, es de 9,1%. Es la cifra más baja para este mes desde 2016, según el Dane.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) presentó este viernes los resultados del informe de mercado laboral correspondientes a octubre, reflejando una tasa de desempleo del 9,1%. Este indicador representa una leve disminución de 0,1 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo de 2022, lo que sugiere una ligera tendencia a la estabilización. Según la directora del DANE, Piedad Urdinola, se trata de la cifra más baja para un mes de octubre desde 2016, cuando el desempleo se situó en 8,6%.
Este dato cobra una relevancia especial al ser la referencia clave para las negociaciones del salario mínimo de 2025. La mesa de concertación, que reúne al Gobierno, empresarios y centrales obreras, comenzará sus deliberaciones la próxima semana. Las discusiones arrancarán con la instalación de la subcomisión de productividad y, para mediados de diciembre, se espera que las partes presenten sus primeras propuestas formales.
Contexto económico y desafíos estructurales
La economía colombiana enfrenta desafíos significativos que inciden en la discusión del incremento salarial. Sectores estratégicos como la industria manufacturera han mostrado contracción, con una caída del 3,8% en ventas hasta septiembre. María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo-Americana (AmCham Colombia), subrayó la necesidad de fortalecer el poder adquisitivo de los hogares mediante una mayor generación de empleo.
“Es crucial lograr un ajuste salarial moderado, alineado con la inflación y los retos estructurales del país, que permita no solo mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sino también fomentar la creación de empleo formal y sostenible,” señaló Lacouture.
El informe del DANE destaca que la población desocupada alcanzó los 2,35 millones de personas en octubre, lo que representa un leve aumento de 4.106 personas en comparación con el año anterior. Por su parte, la población ocupada se situó en 23,39 millones, registrando un incremento anual de 311.000 personas. No obstante, la informalidad laboral sigue siendo un reto considerable, manteniéndose por encima del 50%.
Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), advirtió sobre los desafíos persistentes del mercado laboral. “Aunque la tasa de desempleo general muestra cierta estabilización, el número de desocupados aumentó en octubre y la informalidad sigue siendo alta. La reforma laboral que se discute en el Congreso podría agravar esta situación en lugar de solucionarla, incrementando el desempleo e informalidad,” afirmó.
Diferencias sectoriales y regionales
El comportamiento del empleo varía significativamente entre sectores. De acuerdo con Piedad Urdinola, los sectores que más generaron empleo en octubre fueron el comercio (289.000 nuevos puestos), la industria manufacturera (275.000) y la construcción (79.000). En contraste, actividades como alojamiento (-93.000), servicios profesionales (-97.000) y administración pública (-106.000) registraron pérdidas significativas de empleos.
Las disparidades también son evidentes a nivel regional. Las ciudades con mayores tasas de desempleo en el trimestre móvil agosto-octubre fueron Quibdó (26,2%), Riohacha (15,3%) y Florencia (12,9%). Por el contrario, Neiva (8,5%), Bucaramanga (8,3%) y Medellín (7,7%) mostraron las cifras más bajas, lo que refleja las marcadas diferencias en el desarrollo económico y las oportunidades de empleo entre distintas regiones del país.
Perspectivas para 2025
El incremento del salario mínimo es un tema central en la agenda nacional debido a su impacto en la economía y el bienestar de los trabajadores. Las centrales obreras han manifestado la necesidad de un aumento que compense la inflación acumulada y garantice el poder adquisitivo. Al mismo tiempo, los empresarios advierten sobre los riesgos de un ajuste excesivo que podría afectar la competitividad y la capacidad de generar empleo formal.
Con una inflación que ha mostrado señales de moderación pero que sigue siendo un factor de preocupación, el desafío radica en encontrar un equilibrio que beneficie tanto a trabajadores como a empleadores. La negociación de este año estará marcada por el contexto económico desafiante y las diferencias estructurales que persisten en el mercado laboral colombiano.