Gobierno declara emergencia sanitaria por brote de fiebre amarilla y anuncia restricciones para no vacunados
El Gobierno Petro lanzó un paquete de medidas para contener el brote de fiebre amarilla en el departamento del Tolima y regiones de Colombia.
En plena Semana Santa, el Ministerio de Salud y Protección Social anunció un paquete de medidas de emergencia para enfrentar el brote de fiebre amarilla que afecta a la zona oriental del departamento del Tolima. La declaratoria de emergencia sanitaria, firmada por el presidente Gustavo Petro y comunicada por el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo, busca contener la propagación del virus y proteger a la población en riesgo.
El anuncio fue hecho durante una rueda de prensa encabezada por el ministro Jaramillo y la directora del Instituto Nacional de Salud, Diana Pava, quienes detallaron las acciones inmediatas que tomará el Gobierno. Entre las más relevantes se encuentra la exigencia del carné de vacunación contra la fiebre amarilla para todos los viajeros que se desplacen desde y hacia las zonas afectadas.
“Esta no es solo una medida preventiva, es una responsabilidad colectiva. Nadie podrá viajar desde o hacia las zonas de riesgo sin el certificado de vacunación”, advirtió el ministro.
Además, se exigirá el carné a viajeros internacionales, especialmente a quienes provengan de países con brotes recientes, como Brasil. La estrategia busca cerrar las puertas a posibles nuevas cadenas de contagio y blindar a la población nacional.
Refuerzo masivo de vacunación
En medio del anuncio, el ministro confirmó que en los próximos días la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) enviarán dos millones de dosis adicionales de la vacuna contra la fiebre amarilla, lo que permitirá avanzar en la meta de inmunizar a 14 millones de personas en Colombia.
Hasta ahora, el Gobierno asegura que los niños menores de 15 años ya han sido inmunizados a través del esquema nacional de vacunación, lo que ha evitado muertes infantiles en las zonas más afectadas por el virus.
Alerta hospitalaria nacional y despliegue de equipos médicos
Como parte de la respuesta sanitaria, el Ministerio de Salud emitirá una alerta hospitalaria nacional. Los gobernadores deberán designar hospitales de referencia para el manejo de casos sospechosos o confirmados de fiebre amarilla, y se contempla elevar las alertas epidemiológicas de naranja a roja en zonas críticas, lo que permitiría una movilización más ágil de recursos humanos y médicos.
El plan también incluye el despliegue de más de 10.000 equipos básicos de salud, conformados por cerca de 80.000 profesionales entre médicos, enfermeros y técnicos, quienes estarán encargados de labores de sensibilización, vacunación, atención médica y control del vector en las zonas de riesgo.
“Colombia cuenta con el talento humano necesario para responder. Ya hay equipos en terreno y se intensificará el control de criaderos de mosquitos transmisores del virus”, informó la directora del Instituto Nacional de Salud, Diana Pava.
Control del vector y eliminación de criaderos
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, por lo que uno de los frentes más importantes de la estrategia gubernamental será el control del vector. Se realizarán jornadas masivas de eliminación de criaderos de mosquitos, especialmente en zonas rurales y suburbanas del Tolima, mediante la recolección de aguas estancadas, llantas viejas y residuos donde el insecto pueda reproducirse.
Las Entidades Promotoras de Salud (EPS) deberán coordinar con estos equipos en territorio para garantizar la atención oportuna de los pacientes y colaborar con las tareas de prevención.
Llamado a la calma y al cumplimiento
El ministro Jaramillo concluyó su intervención con un mensaje tranquilizador para la ciudadanía:
“Contamos con vacunas, infraestructura y personal suficiente para enfrentar esta situación. Pedimos a la ciudadanía que no caiga en el pánico, pero sí que sea rigurosa con las medidas de protección y vacunación”, afirmó.
Con estas acciones, el Gobierno espera contener el brote de fiebre amarilla, evitar su propagación a otras regiones del país y proteger a la población durante una temporada de alta movilidad como la Semana Santa. La colaboración ciudadana y el cumplimiento estricto de las nuevas disposiciones serán clave para superar esta emergencia sanitaria.