La encuesta que disparó a Miguel Uribe quedó bajo sospecha tras confirmarse que fue pagada por una firma vinculada a su entorno político y con capacidad financiera cuestionable.
Lo que comenzó como una encuesta más del Centro Nacional de Consultoría (CNC) terminó detonando uno de los mayores episodios de desconfianza hacia la medición electoral en lo que va del año. La razón: el sondeo que elevó sorpresivamente a Miguel Uribe Londoño fue pagado, según confirmaron periodistas de W Radio y Caracol Radio, por una empresa desconocida, de bajo capital y—según las denuncias—cercana a los intereses del propio precandidato del Centro Democrático.
La primera alerta la encendió la periodista María Camila Díaz Roa, quien escribió en su cuenta de X: «Acaban de confirmar en la W Radio que la encuesta del CNC la pagó Miguel Uribe y la hizo una firma encuestadora cercana al candidato.» Un mensaje contundente, que abrió una caja de Pandora en la opinión pública y elevó el debate hacia un terreno inevitable: ¿qué tan independiente fue realmente esta medición?
A su voz se sumó la de la candidata presidencial Claudia López, quien no dejó espacio para la duda. “Al menos esta ‘encuesta’ del Centro Nacional de Consultoría reconoce W Radio que la pagó la campaña de Miguel Uribe Londoño, que tiene por objetivo autoinflarse y desaparecer a la Cabal. Y publicaron los resultados que preguntaron, no los que se inventó el encuestador”, afirmó en un mensaje que se viralizó en cuestión de minutos.
El impacto político fue inmediato: si la encuesta era financiada por simpatizantes de un candidato, ¿podía considerarse válida? ¿Era legítimo el salto abrupto de Miguel Uribe en la intención de voto? ¿Y por qué—otra vez—María Fernanda Cabal salía perjudicada?

Una empresa diminuta, una encuesta millonaria y un viejo truco en política
El periodista Gustavo Gómez agregó una pieza clave al rompecabezas desde Caracol Radio:
“La persona jurídica que encomendó esta encuesta al CNC es Telenómina y Servicios SAS, que entendemos es una empresa cercana a los afectos del candidato Miguel Uribe, así que las cuentas claras y el chocolate espeso”.
Ahí se encendió la alarma mayor.
La empresa que pagó una encuesta superior a los $1.000 millones de pesos no solo es poco conocida: según los datos revelados, tiene su sede en un edificio de apartamentos en Medellín, en San Juan con la 70, y su representante legal es Johan Soto. Pero lo más llamativo: facturó apenas $34 millones en todo el 2024.
¿Cómo puede una empresa de ese tamaño pagar una medición de esa magnitud?
¿Quién puso realmente el dinero?
¿Qué papel juega Miguel Uribe y su campaña en esta operación?
Nada de eso está respondido hoy.
“A Cabal le están haciendo el cajón otra vez”
Durante el análisis matutino en Caracol Radio, la periodista Vanessa de la Torre fue tajante:
“Recordemos que esta es una encuesta sustentada y pagada por simpatizantes de Miguel Uribe… Me da la sensación de que a María Fernanda Cabal otra vez le están haciendo el cajón en el Centro Democrático. Ya le pasó cuando la batuta la llevó Iván Duque… y me da la misma sensación esta vez.”
El comentario no cayó en el vacío. Dentro del uribismo, las tensiones por la candidatura presidencial han sido constantes, y el ascenso abrupto de Miguel Uribe—financiado, según las denuncias, por sus propios aliados—reactivó viejas heridas internas.
La lectura es clara: si la encuesta amplifica un candidato y minimiza a otro, la pelea no es solo estadística, sino política.
Los números de la encuesta: ¿datos o narrativa?
El CNC aplicó 2.140 encuestas presenciales en 57 municipios.
La distribución territorial incluye:
Caribe: 430
Centro Oriente: 384
Bogotá: 349
Centro Sur-Amazonía: 207
Eje Cafetero: 271
Llano: 158
Pacífico: 341
Pero más allá del diseño, hay dos preguntas que condicionan el debate político:
- Si la segunda vuelta fuera entre un candidato de Petro y uno de Uribe:
45,1% votaría por el candidato respaldado por Álvaro Uribe.
35,5% por el candidato apoyado por Gustavo Petro.
15,7% no votaría por ninguno.
3,8% no sabe / no responde.
Un escenario que favorece a la derecha, justamente el sector del cual emergió Miguel Uribe.
- Afinidad partidista:
Pacto Histórico / Colombia Humana: 24,3%
Centro Democrático: 19,4%
Partido Liberal: 8,6%
Conservador: 4%
Partido de la U: 2,3%
Cambio Radical: 1,9%
Alianza Verde: 1,6%
Otros: entre 0,6% y 1,4%
Una radiografía nacional válida… si la financiación lo fuera.
Mientras tanto, la pauta digital revela otra historia
El escándalo coincidió con otro dato inquietante: el reporte de Meta sobre gasto en publicidad política.
Según citó El Tiempo, Miguel Uribe Londoño es el político que más ha gastado en anuncios, superando los $680 millones solo en el último trimestre de 2025.
Le sigue Juan Carlos Pinzón, con $316 millones.
Más dinero, más anuncios, más visibilidad… y ahora, una encuesta pagada por una empresa ligada a sus simpatizantes.



















