La precandidata presidencial rechazó con firmeza la propuesta de retención del 1,5 % a pagos digitales, advirtiendo que afectará a millones de colombianos y pequeñas empresas que dependen de plataformas como Nequi y Daviplata.
En medio del debate nacional por la nueva reforma tributaria que impulsa el gobierno de Gustavo Petro, la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal volvió a encender el escenario político con un mensaje contundente contra una de las propuestas más polémicas: la retención del 1,5 % (15 x 1000) sobre pagos digitales.
A través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), Cabal calificó la medida como un golpe directo al bolsillo de millones de colombianos que utilizan billeteras digitales como Nequi, Daviplata, Powwi o Movii, especialmente pequeños comerciantes, trabajadores independientes y microempresarios.
“Son una tragedia estos comunistas. Hambrientos de más dinero, pretenden imponer un 15X1000 en perjuicio de millones de colombianos que encontraron en las billeteras digitales un alivio”, escribió la senadora en su trino, que rápidamente se viralizó y generó reacciones masivas de apoyo y rechazo.
El gobierno, según fuentes del Ministerio de Hacienda, busca ampliar la base tributaria y aumentar la retención en la fuente sobre operaciones electrónicas como parte de su estrategia de recaudo. Sin embargo, esta iniciativa ha sido duramente criticada por economistas, empresarios y usuarios, quienes advierten que el nuevo impuesto podría frenar la inclusión financiera y castigar la formalidad digital que el país tardó años en construir.
María Fernanda Cabal, una de las voces más firmes de la oposición y reconocida defensora de la libre empresa, la propiedad privada y la reducción de impuestos, no tardó en advertir los riesgos económicos y sociales que implica gravar las transacciones digitales.
“Todo lo que tocan estos comunistas en el poder lo destruyen. Algo que nació para facilitarle la vida a los colombianos, será otro garrote para quitarle más recursos a los ciudadanos”, escribió en otro mensaje, reafirmando su posición contra lo que denomina “la voracidad fiscal” del actual gobierno.
Las palabras de Cabal resonaron especialmente entre los emprendedores y comerciantes que han encontrado en las billeteras digitales una alternativa segura, rápida y sin los altos costos de la banca tradicional. “Mientras otros callan o se doblegan, Cabal dice lo que muchos pensamos”, expresaron varios usuarios en redes sociales, respaldando el tono directo y combativo de la precandidata presidencial.
En un país donde la inflación y el alto costo de vida siguen golpeando a las familias, la senadora subrayó que estas medidas no solo perjudican la economía popular, sino que también revelan un modelo de gobierno “que castiga la productividad y premia la dependencia”.
Expertos financieros consultados han advertido que esta retención podría desincentivar el uso de medios digitales, generando un retroceso en materia de bancarización e innovación tecnológica. Según cifras del Banco de la República, más de 40 millones de colombianos usan billeteras digitales, una cifra que se multiplicó tras la pandemia gracias a su facilidad y bajo costo.
Para Cabal, este nuevo impuesto es otra muestra del afán intervencionista del gobierno Petro y una razón más para fortalecer una oposición seria, con visión económica y respeto por el esfuerzo ciudadano. “No se trata de recaudar más, sino de gastar mejor y dejar trabajar al que produce”, ha insistido en múltiples escenarios.
Con este nuevo pronunciamiento, María Fernanda Cabal consolida su discurso de campaña centrado en la defensa del bolsillo familiar, el impulso al emprendimiento y la protección de la libertad económica. En tiempos donde la incertidumbre y el malestar social crecen frente a las decisiones del gobierno, su voz se alza como la de una dirigente que —según sus seguidores— no teme decir lo que otros callan.
Mientras el Ministerio de Hacienda insiste en que la medida busca “equidad tributaria”, Cabal advierte que el país no necesita más impuestos, sino más oportunidades para crecer y menos ideología en las decisiones económicas.


















