La colectividad uribista escogerá a su candidato mediante una encuesta interna el 28 de noviembre, en un proceso donde María Fernanda Cabal parte como favorita y que podría definir el rumbo de la oposición de cara a las presidenciales de 2026.
El Centro Democrático, partido fundado y liderado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, anunció oficialmente que el 28 de noviembre de 2025 será la fecha clave en la que se escogerá al candidato que representará a la colectividad en las elecciones presidenciales de 2026. La decisión se dio a conocer a través de las redes sociales oficiales del partido, marcando el inicio de la recta final del proceso interno que definirá el futuro político del uribismo.
La elección se realizará mediante una encuesta interna, mecanismo ya utilizado en 2018 para escoger al entonces candidato Iván Duque, quien posteriormente se convirtió en presidente de la República. Según voceros del partido, esta metodología busca garantizar que el aspirante elegido cuente con el respaldo real de las bases militantes y simpatizantes uribistas, sin imposiciones ni divisiones internas.
Actualmente, son cinco los precandidatos que compiten por la nominación: las senadoras María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín —apodadas en los círculos del partido como “las generalas” por su carácter firme y discurso ideológico de línea dura—, además de Miguel Uribe Londoño y Andrés Guerra Hoyos. Todos han venido desarrollando agendas de trabajo territorial y participando en foros regionales, buscando conquistar el voto de opinión dentro del uribismo.
No obstante, las encuestas digitales y sondeos de opinión entre militantes han mostrado una tendencia clara: María Fernanda Cabal encabeza la intención de voto interna con una ventaja significativa sobre sus contendores. La senadora ha logrado posicionarse como la figura más visible y combativa del partido frente al gobierno de Gustavo Petro, gracias a su discurso crítico, su presencia en redes sociales y su rol activo en los debates más polémicos del Congreso.
En diversos escenarios, Cabal ha insistido en que el Centro Democrático debe “volver a sus raíces”, defendiendo los valores fundacionales del partido —la seguridad, la libertad económica y el respeto por la autoridad—, al tiempo que ha llamado a la unidad del sector de oposición para evitar la continuidad del proyecto político del petrismo.
“Colombia necesita recuperar el orden, la confianza y la esperanza. El Centro Democrático debe ser la voz de quienes creen en el trabajo, la propiedad privada y la libertad. No podemos permitir que el socialismo arruine nuestro país”, ha reiterado Cabal en recientes declaraciones.
Por su parte, los demás aspirantes también han fortalecido su discurso político en torno a la necesidad de renovación interna. Paloma Valencia ha planteado una visión de modernización del uribismo con énfasis en innovación y educación; Paola Holguín ha defendido una agenda centrada en la seguridad y la defensa nacional; mientras que Miguel Uribe Londoño y Andrés Guerra promueven un liderazgo generacional con apertura a nuevos sectores ciudadanos.
Más allá de la competencia interna, el proceso del 28 de noviembre tendrá un impacto directo en la estrategia electoral de la derecha colombiana, que busca reagruparse de cara a las presidenciales. De acuerdo con fuentes del partido, una vez definido el candidato, se abrirá la puerta a conversaciones con otras colectividades políticas para la eventual conformación de una coalición amplia de oposición que enfrente al Pacto Histórico y a los sectores alternativos en 2026.
En esa línea, el director del Centro Democrático, Gabriel Vallejo, sostuvo recientemente una reunión con el expresidente César Gaviria Trujillo, líder del Partido Liberal, en la que participaron también dirigentes de otras fuerzas políticas tradicionales. El encuentro, que despertó gran interés en el escenario político nacional, refuerza la posibilidad de una alianza interpartidista que busque “rescatar las instituciones” y ofrecer una alternativa de gobierno sólida frente al oficialismo.
Sin embargo, si el proceso interno del Centro Democrático no logra arrojar un resultado concluyente, los estatutos del partido otorgan a Álvaro Uribe Vélez la potestad final para definir la candidatura. Esa prerrogativa, contemplada desde la fundación de la colectividad, le permite al expresidente ejercer su liderazgo como árbitro en momentos de incertidumbre o división.
Con este anuncio, el uribismo entra en una etapa decisiva. El resultado del 28 de noviembre no solo definirá al candidato del partido, sino que marcará el rumbo del bloque opositor y el tono de la contienda presidencial de 2026, en la que el Centro Democrático buscará recuperar el poder tras dos años de gobierno de Gustavo Petro.
En el panorama actual, todas las miradas apuntan a María Fernanda Cabal, quien, con su discurso fuerte y su creciente apoyo popular, se perfila como la carta más competitiva para liderar la oposición. El 28 de noviembre será, sin duda, una fecha clave para medir la fuerza real del uribismo y su capacidad de rearticulación frente a los desafíos políticos del país.


















