La fiesta de Petro: el derroche multimillonario del gobierno mientras el pueblo aguanta hambre
Con decretos de austeridad vigentes, el Gobierno de Petro se pasa por alto sus propias normas para financiar eventos, celebraciones y campañas mediáticas, según revela una investigación de la senadora María Fernanda Cabal, que documenta un gasto de $387.245 millones en apenas dos años.
Mientras millones de colombianos sobreviven en medio de la pobreza, la inseguridad y la precariedad en los servicios básicos, el gobierno de Gustavo Petro parece vivir en una burbuja de privilegios, celebraciones y propaganda. Así lo denuncia la aspirante presidencial María Fernanda Cabal, quien reveló a través de su cuenta de X una investigación que pone al descubierto el despilfarro descarado de 387.245 millones de pesos en fiestas, eventos y autopromoción, en apenas dos años de administración.
Con cifras verificables y documentos en mano, Cabal lanza una nueva advertencia sobre lo que ha llamado #LaFiestaDePetro: un entramado de gastos injustificables que contradicen abiertamente los decretos de austeridad emitidos por el mismo gobierno en los años 2023 y 2024. Mientras el país enfrenta un panorama económico adverso y las familias más vulnerables reclaman soluciones, desde los despachos oficiales parece reinar la celebración permanente, el show sin contenido y el culto a la imagen.
$387.000 millones en fiesta, logística y propaganda
Según el informe difundido por la senadora, entre 2023 y 2024, el Gobierno Nacional ha invertido $387.245’621.790 en celebraciones y actividades de autopromoción institucional. Una suma escandalosa que pone en entredicho las prioridades de una administración que prometió “el cambio” pero que, en la práctica, ha demostrado una gestión centrada en la vanidad, la retórica vacía y el derroche.
Uno de los puntos más graves de la denuncia se refiere al presupuesto proyectado para 2025. Ministerios como Agricultura, Cultura, Transporte, Cancillería y Ambiente ya han firmado contratos por más de $30.000 millones exclusivamente para la logística y organización de eventos. No se trata de inversiones sociales, ni de infraestructura ni de asistencia a los más necesitados. Es, simple y llanamente, plata pública para fiestas, tarimas, luces, viáticos, refrigerios y escenografías para maquillar la inoperancia de un gobierno atrapado en su propia narrativa.
$162.000 millones en propaganda institucional
Pero el gasto no termina ahí. Cabal también reveló que, en los años 2023 y 2024, el gobierno Petro ha destinado $162.928.369.180 a la denominada “divulgación institucional”. En otras palabras, se trata de campañas publicitarias, cuñas radiales, piezas gráficas, redes sociales, videos y conferencias para exaltar la imagen del Gobierno y su supuesta gestión.
“¿Propaganda?”, se pregunta la senadora. La respuesta parece obvia: mientras en las regiones del país los hospitales se caen a pedazos, las escuelas rurales no tienen agua potable y la violencia se dispara, el dinero de los contribuyentes se gasta en proyectar una imagen de cambio que no se traduce en hechos.
“La izquierda está de fiesta”, sentencia Cabal. “Funcionarios petristas celebran sin resultados. No hay avances estructurales, no hay cumplimiento de metas, pero sí hay derroche, discursos ideológicos y una desconexión absoluta con la realidad del país”.
Violación a decretos de austeridad
Lo más preocupante, sin embargo, es que todo este despilfarro contradice directamente los propios decretos firmados por el Ejecutivo. Tanto el Decreto 444 de 2023 como el Decreto 199 de 2024, en sus artículos 11 y 15 respectivamente, establecen límites claros en cuanto al gasto de publicidad estatal y la celebración de eventos.
Es decir, el gobierno Petro se está saltando sus propias normas, haciendo caso omiso a sus compromisos de austeridad mientras derrocha recursos en eventos sin impacto y propaganda sin respaldo.
Este doble discurso —austeridad en el papel, derroche en la práctica— es una muestra más del “desgobierno” que María Fernanda Cabal ha venido denunciando desde el Congreso. “Tres años de discursos, poses y espectáculos, mientras Colombia se hunde en la inseguridad, el hambre y la desesperanza. Eso es lo que Petro le ha dado al país”, dijo la senadora.
¿Dónde está la Contraloría? ¿Dónde está la Fiscalía?
Las preguntas se multiplican. ¿Quién aprueba estos contratos? ¿Quién vigila el cumplimiento del Decreto de Austeridad? ¿Por qué la Contraloría no ha intervenido? ¿Dónde están los organismos de control que deberían frenar este festín con recursos públicos?
Para Cabal, lo que ocurre no es solo irresponsabilidad fiscal, sino una burla directa a los ciudadanos. “El país no está para fiestas. El país está para gobernarlo con seriedad, con compromiso y con resultados. Petro no gobierna: celebra, improvisa y engaña”.
Un país que exige respuestas
Mientras tanto, los colombianos de a pie —campesinos, madres cabeza de familia, trabajadores informales, estudiantes de provincia— siguen esperando que “el cambio” se traduzca en algo más que palabras. La investigación de Cabal abre una puerta urgente al debate sobre el uso de los recursos públicos y la necesidad de frenar el despilfarro que ya huele a corrupción.