Después de varios días de cese de actividades, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y el Sindicato de Madres Comunitarias, Colmadres, lograron un acuerdo para reanudar los servicios de atención a la primera infancia en el departamento de Huila.
Las interrupciones, que afectaron principalmente a los municipios de Pitalito y Garzón desde el 16 de septiembre, habían generado preocupación entre las familias que dependen de estos servicios.
La mesa de negociaciones, liderada por la directora general del ICBF, Astrid Cáceres, y las madres comunitarias de la región, permitió concertar el reinicio de las actividades con un enfoque en mitigar los efectos del paro. Se estableció el compromiso de compensar el tiempo perdido a través de talleres pedagógicos, la entrega de guías de actividades para los padres y la distribución de canastas de alimentos a las familias afectadas.
Acuerdos clave
Uno de los temas centrales del acuerdo fue la compensación de los días de atención interrumpidos. El ICBF y las madres comunitarias coincidieron en que las familias recibirán un apoyo adicional mediante talleres dirigidos a los niños, así como materiales educativos que permitan continuar con su desarrollo en casa.
Además, el ICBF se comprometió a revisar los casos de retraso en los pagos a las madres comunitarias, una de las principales causas del cese de actividades. Este tema había generado tensiones, ya que muchas de las trabajadoras reclamaban meses de pagos atrasados que afectaban su capacidad de continuar brindando el servicio. Astrid Cáceres también anunció que el ICBF socializará un nuevo modelo de contratación para mejorar las condiciones laborales de las madres comunitarias y garantizar mayor estabilidad en el servicio.
Subsidio pensional y compromiso del ICBF
Otro de los acuerdos fue el compromiso de Bienestar Familiar para reforzar la divulgación de los requisitos que permitirán a las ex madres comunitarias acceder al subsidio pensional. Este punto fue destacado como esencial para aquellas trabajadoras que han dedicado décadas de su vida al cuidado y protección de niños y niñas, y que ahora buscan asegurar su bienestar económico en la jubilación.
«Ratificamos nuestro compromiso con el talento humano que ha sido fundamental para el bienestar de la niñez en Colombia. Sabemos el esfuerzo y dedicación que implica su labor, y seguiremos trabajando para mejorar las condiciones de todas las madres comunitarias», expresó la directora del ICBF, Astrid Cáceres.
Repercusiones del cese de actividades
El paro, que afectó la atención de cientos de niños en Huila, generó preocupación entre las comunidades locales, ya que las madres comunitarias son el pilar del cuidado y la educación inicial de miles de niños de bajos recursos. Las interrupciones en los servicios afectaron directamente a las familias, quienes dependen de estos programas para garantizar la alimentación y el desarrollo pedagógico de sus hijos.
Con este acuerdo, se espera que la reanudación de las actividades normalice la situación en los hogares afectados, y que el diálogo continúe para evitar futuros conflictos laborales que puedan perjudicar la atención a la primera infancia.