Con el inicio de la temporada vacacional y el acecho constante de grupos armados ilegales, la amenaza del reclutamiento forzado de menores de edad vuelve a encender las alarmas en el Huila.
En respuesta a esta crítica situación, la Secretaría de Gobierno Departamental expuso ante la Asamblea un ambicioso plan para proteger a los niños, niñas y adolescentes, quienes se encuentran entre las principales víctimas del conflicto armado.
Durante el debate de control político en el recinto Rodrigo Lara Bonilla, el secretario de Gobierno, Juan Carlos Casallas, advirtió sobre la urgencia de implementar medidas contundentes para enfrentar esta problemática. “El reclutamiento forzado sigue siendo una de las más graves violaciones de derechos humanos en el Huila. Hemos solicitado la intervención de la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos para coordinar un plan nacional que detenga esta tragedia”, declaró el funcionario.
Equipos de Acción Inmediata
La estrategia principal del gobierno departamental es la creación de Equipos de Acción Inmediata (EAI) en los municipios con mayor riesgo. Según Casallas, hasta ahora se han conformado EAI en 21 municipios, los cuales operan como un mecanismo de respuesta rápida ante amenazas directas contra menores.
“Estos equipos no solo identifican los riesgos de reclutamiento, sino que también garantizan medidas inmediatas de protección para los menores en peligro”, explicó el secretario. En municipios como Neiva, Algeciras y Colombia, estas acciones han permitido identificar y mitigar amenazas concretas, aunque el desafío sigue siendo inmenso.
cerrando el paso al reclutamiento en entornos educativos
Otra estrategia clave es Escuelas Seguras, un programa diseñado para convertir a las instituciones educativas en espacios protegidos frente a la influencia de grupos armados. Esta iniciativa prioriza colegios ubicados en zonas con alertas tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo, garantizando que los estudiantes puedan acceder a la educación sin temor.
“El conflicto armado ha transformado muchas escuelas en escenarios de riesgo. Con esta estrategia, buscamos blindar los entornos educativos, ofreciendo seguridad y estabilidad para estudiantes y docentes”, afirmó Casallas.
Proyecto G-24: el arte como herramienta de prevención
El Proyecto G-24, que combina arte urbano y formación en derechos humanos, se ha convertido en un bastión contra el reclutamiento. Este programa, implementado en municipios como Aipe, Algeciras y Baraya, utiliza técnicas de Street Art y serigrafía para empoderar a los jóvenes y generar alertas tempranas frente a posibles casos de reclutamiento.
“Este proyecto no solo educa, sino que crea un sentido de pertenencia y resistencia en los jóvenes, quienes se convierten en agentes activos para prevenir el reclutamiento en sus comunidades”, destacó el secretario.