“Uribe Inocente”: Colombia y el exterior se volcaron a las calles en defensa del expresidente Álvaro Uribe
Neiva se convirtió en uno de los epicentros de las multitudinarias marchas que, en Colombia y el exterior, defendieron la inocencia de Álvaro Uribe y expresaron el rechazo ciudadano al gobierno de Gustavo Petro.
Este jueves 7 de agosto, Día de la Batalla de Boyacá, miles de ciudadanos en Colombia y en varias ciudades del mundo protagonizaron una de las movilizaciones más grandes de los últimos años en defensa del expresidente Álvaro Uribe Vélez, luego de que fuera condenado a 12 años de prisión domiciliaria por fraude procesal y soborno.
Bajo el lema #UribeInocente, la convocatoria realizada por el partido Centro Democrático logró reunir multitudes en más de 230 ciudades del país y en capitales del exterior. Las calles se llenaron de camisetas blancas, banderas de Colombia, ponchos, pitos y pancartas con mensajes de respaldo al líder político que gobernó entre 2002 y 2010. La protesta, más allá de un acto político, se convirtió en una demostración masiva de inconformidad con el rumbo del país bajo el gobierno de Gustavo Petro.

Neiva, un epicentro de resistencia
En la capital del Huila, la respuesta ciudadana fue contundente. La marcha partió desde el Centro de Convenciones José Eustasio Rivera y culminó en el Parque Santander. A lo largo del recorrido, las consignas “¡Uribe inocente!” y “¡No más Petro!” retumbaron entre los edificios del centro de la ciudad. Familias enteras, jóvenes, adultos y adultos mayores participaron de forma pacífica pero con un mensaje claro: rechazo a lo que consideran una sentencia injusta contra el expresidente y defensa de su legado en seguridad y desarrollo.
“Hoy Neiva le dice al país que no olvida a quien nos devolvió la esperanza y la paz”, señaló uno de los voceros locales del Centro Democrático. La movilización en el Huila también incluyó marchas en Pitalito y otros municipios, que se sumaron a la jornada nacional.

Un movimiento que cruzó fronteras
La convocatoria no solo se sintió en el territorio colombiano. En ciudades como Miami y Houston (Estados Unidos) y en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Murcia (España), los seguidores del expresidente se concentraron para enviar un mensaje unificado: la condena no los hará retroceder en su respaldo a Uribe.
Los participantes destacaron que la justicia en Colombia se ha politizado, y que el fallo contra el exmandatario representa un peligro para la estabilidad democrática.
La voz de Cabal: “En un año cesará la horrible noche”
La senadora María Fernanda Cabal, una de las principales figuras del uribismo y posible candidata presidencial en 2026, calificó la jornada como “un homenaje al hombre que nos devolvió la paz”. A través de sus redes sociales, envió un mensaje cargado de determinación:
“En un año cesará la horrible noche. Desterraremos a los comunistas del poder y le devolveremos la esperanza a Colombia. #NoMásPetro. Hay que seguir resistiendo y defendiendo esta tierra que tanto amamos. En 2026 volverá la paz que se construye con seguridad.”
En un resumen fotográfico de la jornada, Cabal reiteró que “el pueblo que Uribe gobernó por ocho años no lo olvida” y que millones de colombianos volvieron a gritar ante el mundo “¡Uribe inocente!”.
El mensaje de Uribe y la fuerza del uribismo
El expresidente, por su parte, agradeció el respaldo ciudadano y señaló que en 2026 Colombia debe elegir un “gobierno de transición” que despeje los nubarrones y devuelva la libertad al país. En su mensaje, reiteró que la condena en su contra carece de fundamento y que su lucha por limpiar su nombre continuará.
La jornada dejó en evidencia que el uribismo sigue siendo una fuerza política viva y movilizada. Las imágenes de calles colmadas en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Barranquilla, Cartagena y, de forma especial, Neiva, se convirtieron en símbolo de resistencia.
En palabras de uno de los asistentes: “Hoy marchamos por Uribe, pero también por nosotros, porque lo que está en juego es el futuro de Colombia”.
Con esta movilización, el uribismo no solo mostró músculo político, sino que envió un mensaje claro: no aceptará en silencio lo que considera una injusticia histórica.


















