Un elefante blanco de Petro: Cabal denuncia crecimiento millonario del Ministerio de la Igualdad sin resultados
La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal asegura que la cartera pasó de 73 a 539 empleados en dos años, con mínimos avances en ejecución y múltiples escándalos de contratación, acoso, duplicidad de funciones y manejos cuestionados de recursos.
En medio del tenso debate nacional por la supervivencia del Ministerio de la Igualdad —una de las apuestas emblemáticas del presidente Gustavo Petro— la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal volvió a encender la discusión al revelar cifras oficiales que, según ella, confirman el “descontrol burocrático y financiero” de esta cartera creada en 2022 y hoy envuelta en cuestionamientos jurídicos, políticos y administrativos.
El pronunciamiento de Cabal se produjo a través de su cuenta de X, donde la congresista publicó un trino que rápidamente escaló en la agenda pública:
“En 2023 tenía 73 empleados y costaba $2 mil millones. Hoy tiene 539 y cuesta $56 mil millones. Una entidad sin resultados, convertida en fortín burocrático. Me opondré como lo hice en el pasado a ese embeleco petrista para robarle la plata de los bolsillos a los ciudadanos”, afirmó.
Pero detrás del trino hay una investigación más amplia. La senadora dio a conocer información oficial, obtenida mediante derechos de petición y certificada por la Subdirección de Talento Humano y la Subdirección de Contratación del propio Ministerio, que muestra una expansión exponencial de personal y gasto en apenas dos años, sin que el Gobierno presente resultados tangibles en programas o políticas públicas.
Según dichos reportes, las cifras oficiales del Ministerio de la Igualdad son las siguientes:
- 2023: 73 empleados — $2.034 millones
- 2024: 488 empleados — $35.660 millones
- 2025 (a noviembre): 539 empleados — $56.724 millones
Los datos reflejan un crecimiento del 650 % en personal y un aumento cercano al 2.700 % en gastos de nómina, cifras que para Cabal no solo son injustificables, sino que representan “uno de los casos más graves de derroche burocrático en plena crisis económica”.
Un ministerio marcado por polémicas desde su nacimiento
El debate sobre la viabilidad de esta cartera se intensificó tras el llamado de atención de la Corte Constitucional, que detectó serias irregularidades en el trámite legislativo que dio origen al Ministerio. El alto tribunal le otorgó al Gobierno un plazo para corregir el proceso y evitar que la entidad quede jurídicamente sin piso.
Por ello, para la mañana de este martes está prevista la reunión de las comisiones primeras conjuntas de Senado y Cámara, encargadas de estudiar el proyecto con el cual el Ejecutivo busca mantener con vida este ministerio, por el que ya han pasado tres jefes: Francia Márquez —su principal promotora—, Carlos Rosero y el actual ministro Juan Carlos Florián.
Pero más allá del trámite jurídico, el Ministerio de la Igualdad arrastra una cadena de controversias que hoy alimentan el debate político y le dan peso a las críticas de sectores de oposición como el de Cabal.
Baja ejecución presupuestal
Aunque para 2024 la entidad tuvo un presupuesto histórico superior a 1,3 billones de pesos, su ejecución ha sido catalogada por expertos como “precaria”. En varios momentos del año, registros oficiales mostraban ejecuciones inferiores al 4 %, en parte por demoras en procesos de contratación y falta de claridad en la estructura operativa.
Gasto desbordado en funcionamiento
Pese a no ejecutar programas concretos de impacto social, el Ministerio destinó una porción considerable de sus recursos al funcionamiento interno: arriendos por cerca de $5.000 millones anuales, ampliación de la planta, creación de cinco viceministerios y más de 500 cargos entre asesores, coordinadores y contratistas.
Para voces como la de Cabal, este comportamiento evidencia que el Ministerio se convirtió en “una agencia para repartir cuotas políticas bajo el discurso de la igualdad”.
Duplicidad de funciones
Analistas y congresistas han señalado que muchas de las tareas asignadas al Ministerio ya existen en entidades como el DPS, el ICBF, el Ministerio del Interior y la Consejería para las Mujeres. Esto ha planteado dudas sobre su pertinencia y efectividad.
“Crearon un aparato enorme para hacer lo que ya otras instituciones hacen, pero con menos eficiencia y más burocracia”, han señalado desde la oposición.
Irregularidades en contratación y denuncias internas
Otro de los temas que persigue a esta cartera son las denuncias sobre la gestión de recursos a través de fiducias no sujetas a la Ley 80 de contratación, lo que ha generado temores de discrecionalidad y falta de transparencia. Incluso han surgido advertencias sobre la posible existencia de “doble nómina”.
A ello se suman escándalos como la polémica por la postulación de Juliana Guerrero, señalada por presuntas irregularidades en sus credenciales académicas, y acusaciones de acoso laboral y discriminación contra funcionarios y líderes sindicales.
Tamara Ospina, una de las funcionarias cuestionadas internamente, calificó las denuncias como “calumnias”, pero el ruido persiste.
Falta de impacto real
Para sectores críticos, entre ellos la senadora Paloma Valencia, el Ministerio de la Igualdad no ha demostrado beneficios concretos para las poblaciones más vulnerables. Señalan que los colombianos necesitan vías, acueductos, hospitales y agua potable, y no más ministerios con alto costo y baja eficiencia.
Cabal: “No es igualdad, es despilfarro”
Dentro de ese contexto, el pronunciamiento de Cabal adquirió fuerza política y mediática. Para la precandidata presidencial, el país está ante “uno de los experimentos burocráticos más costosos e inútiles de la historia”.
“Esta entidad no ha producido políticas, no ha mejorado la vida de nadie y no ha reducido ninguna desigualdad”, afirmó. “Es un elefante blanco creado para pagar favores, mientras el país enfrenta inseguridad, desempleo y pobreza”.
La senadora también reafirmó que, de llegar a la Presidencia, desmontará el Ministerio de la Igualdad por considerarlo “un embeleco petrista que nunca debió existir”.
“El país no necesita más ministerios inútiles”, insistió. “Necesita seguridad, empleo, inversión y un Estado austero que respete el esfuerzo de los contribuyentes”.
Mientras el Ejecutivo insiste en que la cartera es esencial para promover políticas contra la discriminación y la exclusión histórica, la oposición —liderada por voces como la de Cabal— sostiene que ha sido una “máquina de gasto” sin resultados verificables.

















