La Sagrada Familia se convierte en la iglesia más alta del mundo tras superar a la catedral de Ulm
Con 162,91 metros de altura, el templo de Antoni Gaudí impone un nuevo récord arquitectónico y se prepara para alcanzar los 172 metros en 2034, cuando se complete la Torre de Jesucristo.
a icónica Basílica de la Sagrada Familia alcanzó este jueves un nuevo hito en su historia centenaria: se convirtió oficialmente en la iglesia más alta del mundo, tras instalar una nueva pieza en su torre central que elevó su estructura a 162,91 metros de altura.
El avance le permitió superar a la Ulmer Münster de Alemania, una iglesia luterana gótica de 161,53 metros, que mantuvo el récord mundial durante más de un siglo. El logro, aunque simbólico, marca un momento histórico para la obra maestra del arquitecto Antoni Gaudí, quien concibió el templo como una fusión entre arte, fe y naturaleza.
“Los números hablan por sí solos”, señalaron desde la administración del templo, al confirmar el nuevo récord.
Una gigantesca grúa fue la encargada de colocar la pieza que selló este ascenso arquitectónico. Cientos de curiosos y turistas se congregaron alrededor de la basílica para presenciar el momento, conscientes de que estaban siendo testigos de un capítulo más en la construcción del monumento más emblemático de Barcelona.
Un sueño que mira al cielo
La Sagrada Familia comenzó a edificarse en 1882, y desde entonces ha simbolizado la devoción y el ingenio de Gaudí, quien dedicó más de 40 años de su vida al proyecto. A su muerte, en 1926, solo una de las torres estaba concluida, pero su visión —una iglesia que se elevara al cielo como expresión de fe— continuó inspirando a generaciones de arquitectos, artesanos y devotos.
Hoy, casi siglo y medio después, el templo sigue creciendo. Su torre central, conocida como la Torre de Jesucristo, alcanzará los 172 metros cuando esté completamente finalizada, lo que consolidará su posición como la estructura religiosa más alta del planeta.
Las autoridades del templo proyectan que la construcción podría concluir hacia 2034, coincidiendo con una nueva etapa de celebraciones por el legado de Gaudí.
Fe, arte y turismo: el motor que la mantiene viva
El impulso reciente de las obras se debe, en gran parte, al flujo de turismo internacional. La Sagrada Familia es el monumento más visitado de España y uno de los más reconocidos del mundo. Solo en 2024, el templo recibió 4,9 millones de visitantes, cuyos aportes económicos permiten financiar el avance de los trabajos.
La basílica ya es plenamente funcional y acoge ceremonias religiosas, conciertos y eventos culturales. Pero su construcción —una mezcla de arte sacro y tecnología moderna— sigue siendo un proceso en constante evolución, fiel al espíritu innovador de su creador.
Gaudí concebía su arquitectura como “una obra de Dios hecha por manos humanas”. Por eso, cada detalle del templo está lleno de simbolismo: columnas que imitan árboles, fachadas que narran los misterios de la fe y torres que apuntan al firmamento, como plegarias talladas en piedra.
Rumbo al centenario de Gaudí
El próximo año, Barcelona se vestirá de gala para conmemorar el centenario de la muerte de Antoni Gaudí, ocurrido en 1926. Desde su ciudad natal, Reus, hasta el corazón de la capital catalana, se preparan exposiciones, visitas guiadas y homenajes que buscarán mantener viva la herencia del arquitecto modernista.
Para muchos, el reciente récord de altura simboliza la culminación de su visión: una iglesia que, literalmente, toca el cielo.
Mientras las grúas siguen girando sobre el horizonte de Barcelona, la Sagrada Familia continúa su lenta pero firme ascensión. Un siglo después, el sueño de Gaudí —esa “catedral del alma catalana”, como la definió— está más cerca que nunca de completarse.


















