Jorge Iván Ospina cobró más de USD 34.700 sin posesionarse como embajador de Petro en Palestina
La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal denunció que el exalcalde de Cali, nombrado hace cinco meses como embajador de Colombia en Palestina, nunca se posesionó ni trabajó un solo día en el cargo, pero sí recibió millonarios pagos en dólares con recursos públicos.
Un nuevo escándalo sacude al gobierno de Gustavo Petro. La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal reveló que el exalcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, nombrado embajador en Palestina desde el 22 de mayo de 2025, no ha trabajado un solo día en el cargo, pero ya recibió más de USD 34.700 en pagos oficiales por concepto de viáticos y menaje doméstico.
Cabal, reconocida por sus investigaciones sobre irregularidades en el manejo de recursos públicos y los nombramientos diplomáticos de Petro, cuestionó duramente la decisión del mandatario de designar a Ospina, uno de sus más cercanos aliados políticos, en un cargo diplomático que jamás llegó a ejercer.
“El señor Ospina fue nombrado hace cinco meses como embajador extraordinario y plenipotenciario, pero no se ha posesionado ni ha trabajado un solo día. Aun así, ya recibió USD 34.777,46 de los impuestos de los colombianos. ¿Dónde está la austeridad que prometió Petro?”, denunció la senadora a través de la etiqueta #ElEmbajadorDePetro, en su cuenta de X.
Un nombramiento con intereses políticos
El decreto firmado por el presidente Gustavo Petro y el canciller Luis Gilberto Murillo convirtió oficialmente a Jorge Iván Ospina en embajador de Colombia ante Palestina, con código 0036, grado 25, un cargo de alta jerarquía dentro del servicio diplomático. Sin embargo, la posesión nunca se concretó, y según fuentes del propio Ministerio de Relaciones Exteriores, Israel negó el aval diplomático necesario para su ingreso a la región, lo que impidió la apertura formal de la embajada.
A pesar de este obstáculo, el exalcalde habría recibido pagos en dólares por conceptos establecidos en los literales b y d del artículo 62 del Decreto-Ley 274 de 2000, que regulan los beneficios especiales para funcionarios diplomáticos. Estos incluyen viáticos por USD 22.131,11 y transporte de menaje doméstico por USD 12.646,35, lo que equivale a más de 140 millones de pesos colombianos al cambio actual.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que está adelantando el proceso de derogatoria del decreto, pero el daño ya está hecho. Es decir, Petro nombra a un amigo, le paga como si ya estuviera en funciones y, cuando el nombramiento se cae, simplemente dicen que lo van a derogar. ¿Y los recursos? ¿Quién responde?”, enfatizó Cabal.
La sombra del clientelismo en la diplomacia
La denuncia de Cabal se suma a una larga lista de críticas sobre el uso político del servicio exterior por parte del Gobierno Petro. En reiteradas ocasiones, la senadora del Centro Democrático ha advertido sobre el “reparto de embajadas y consulados como favores políticos” y la falta de respeto hacia la carrera diplomática.
“Petro prometió acabar con el clientelismo, pero lo ha llevado al extremo. No se trata de una diplomacia al servicio del país, sino al servicio de su campaña y de sus amigos. Nombrar a Ospina —un exalcalde cuestionado por contratos irregulares en Cali— fue una provocación a la meritocracia”, expresó la congresista.
La situación adquiere mayor gravedad por el contexto político: Ospina fue un aliado clave en la campaña presidencial de Gustavo Petro y un defensor de su proyecto político en el suroccidente colombiano. Su designación fue vista como una recompensa política más que como una decisión basada en experiencia diplomática.
¿Devolverá Ospina el dinero?
Cabal exigió respuestas inmediatas al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre los recursos girados y pidió que se inicie una investigación formal para determinar responsabilidades fiscales. “No puede haber impunidad. Si Ospina no trabajó ni un solo día, debe devolver hasta el último dólar. El país no aguanta más corrupción disfrazada de diplomacia”, afirmó.
Un caso que simboliza el desorden diplomático del Gobierno Petro
Para Cabal, este caso no es un hecho aislado, sino una muestra más del caos administrativo y el derroche de recursos públicos bajo la administración Petro. “Mientras los colombianos enfrentan inflación, desempleo y falta de inversión social, el presidente gasta millones en favores diplomáticos que no funcionan. Es el mismo patrón: improvisación, corrupción y desdén por la ley”, subrayó.
“Lo que hoy denunciamos no es menor. Es el retrato de un Estado capturado por la politiquería. Y mientras tanto, los embajadores de Petro cobran sin trabajar”, concluyó Cabal.

















