La senadora y precandidata presidencial lanzó una ambiciosa propuesta para combatir la criminalidad desde los barrios, con la ciudadanía como aliada estratégica de la fuerza pública. El modelo se inspira abiertamente en la Seguridad Democrática de Álvaro Uribe, pero con nuevos mecanismos comunitarios y tecnológicos.
En un discurso que no deja lugar a ambigüedades y que apunta directamente al corazón del debate nacional sobre seguridad, la senadora María Fernanda Cabal, precandidata a la Presidencia de la República, lanzó una contundente propuesta para enfrentar el avance del crimen en Colombia: la creación de frentes ciudadanos de seguridad como pilar de una política integral basada en los principios de la antigua Seguridad Democrática.
“La verdadera paz es la que se consigue con el sometimiento de los criminales”, sentenció Cabal, en una declaración que no solo rechaza de plano las actuales negociaciones con grupos armados ilegales promovidas por el gobierno Petro, sino que redefine el concepto mismo de seguridad desde una visión que prioriza la autoridad del Estado y la corresponsabilidad ciudadana.
Lejos de hacer promesas vagas, la senadora aseguró: “Yo no prometo, yo me comprometo… a fortalecer la seguridad en los barrios, comunas y territorios mediante la formación, articulación y empoderamiento de frentes de seguridad ciudadana, como extensión de una política integral de Seguridad Democrática”.
Una ciudadanía armada de información, no de miedo
Cabal propone reinstaurar el principio de “presencia activa del Estado” con una estrategia que mezcla tecnologías comunitarias, articulación con la fuerza pública y beneficios directos para quienes colaboren con la legalidad. Entre sus propuestas figuran:
- Canales de comunicación protegidos entre ciudadanos y Policía, como aplicaciones móviles, chats y radios comunitarios.
- Cámaras comunitarias conectadas a redes de vigilancia, gestionadas bajo control ciudadano.
- Asignación específica de policías de cuadrante responsables de cada frente, con reuniones periódicas para seguimiento y evaluación de amenazas.
- Reconocimiento material para cooperantes destacados, incluyendo acceso preferente a educación, salud y créditos.
- Un plan de empleo y formación para jóvenes que lideren procesos de seguridad en sus comunidades.
“El ciudadano no será rehén del crimen ni de la impunidad. El Estado estará de su lado, y él será protagonista de su propia seguridad”, afirmó la senadora.
El fantasma de la Seguridad Democrática… o su renacimiento
La propuesta remite inevitablemente a la política de Seguridad Democrática impulsada durante los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez, de la cual Cabal ha sido férrea defensora. Para muchos sectores del país, aquella estrategia representó un momento de recuperación territorial frente a guerrillas y bandas criminales. Para otros, dejó cicatrices por el excesivo poder otorgado a sectores de la fuerza pública y por los escándalos de los “falsos positivos”.
Pero Cabal es enfática: “Retomaremos los pilares de la Seguridad Democrática, que logró debilitar el terrorismo, recuperar el control del territorio y devolver la tranquilidad a millones de colombianos”. A su juicio, la gran lección de esa época fue entender que la seguridad no puede recaer únicamente en el Estado armado, sino en una ciudadanía activa, empoderada e informada.
Particular mención hizo a la Red de Cooperantes, una figura creada en los primeros años del gobierno Uribe que permitió a ciudadanos colaborar directamente con la fuerza pública. Según Cabal, esta estructura debe ser fortalecida y ampliada, bajo el principio de protección y reconocimiento a quienes deciden ponerse del lado de la legalidad.
Un debate inevitable para 2026
A poco más de un año del inicio formal de la campaña presidencial, María Fernanda Cabal se posiciona claramente como la candidata del orden y la autoridad, con un discurso que interpela directamente a las clases populares que hoy se sienten abandonadas por el Estado ante la inseguridad.
Su propuesta, audaz y polémica, promete polarizar el debate electoral y marcar una diferencia tajante con el enfoque de “paz total” del gobierno actual. “Así como derrotamos el miedo una vez, lo volveremos a hacer”, concluyó la senadora.
El terreno está listo para una confrontación política de alto voltaje entre dos visiones de país: una que propone dialogar con los violentos, y otra que busca derrotarlos con el respaldo decidido de la ciudadanía.