Las senadoras Cabal, Valencia y Holguín toman la delantera en la carrera interna del uribismo, mientras Miguel Uribe parece desmarcarse del juego de alianzas.
Mientras el Centro Democrático afina su estrategia para las presidenciales de 2026, las senadoras María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín —conocidas ya como “las generalas de Uribe”— protagonizaron un encuentro político clave en la ciudad de Neiva, donde dialogaron con líderes regionales, representantes del sector construcción y ciudadanos del Huila sobre los desafíos del país.
En un evento previo al foro oficial de precandidatos del partido, las tres senadoras se mostraron cohesionadas, no solo en sus posturas frente al rumbo del país, sino también en su compromiso con el fortalecimiento del aparato productivo regional. El espacio sirvió para proyectar una imagen de unidad y liderazgo femenino dentro de la colectividad, consolidando un bloque que, sin duda, pisa fuerte en la carrera por ser la candidata presidencial del uribismo.

¿La terna definitiva?
Aunque oficialmente el proceso de selección del candidato del Centro Democrático sigue abierto, en el ambiente político quedó flotando la percepción de que entre Cabal, Valencia y Holguín se encuentra el verdadero poder de decisión del partido. Las tres han sido voces clave en la oposición al gobierno Petro y gozan de alta visibilidad nacional.
“En manos de una de estas tres mujeres quedará el privilegio de representar al uribismo en 2026”, se escuchó en varios de los corrillos políticos del Huila. La asistencia de las senadoras a un mismo evento, en medio de una agenda conjunta y con discursos complementarios, contrastó con la presencia aislada de otro de los precandidatos del partido: Miguel Uribe Turbay.
Miguel Uribe, ¿por su cuenta?
La presencia simultánea en Neiva del también precandidato Miguel Uribe generó interrogantes. Mientras las tres senadoras proyectaban unidad y fuerza territorial en una reunión organizada con liderazgos locales, Uribe parecía moverse en una agenda aparte. Aunque comparte la aspiración presidencial y ha sido promovido desde ciertos sectores del uribismo como una figura fresca, su distanciamiento de este encuentro en bloque genera suspicacias sobre su nivel de articulación con las estructuras más consolidadas del partido.
La ausencia de una aparición conjunta con “las generalas” abre la puerta a lecturas sobre posibles divisiones internas o al menos distintas estrategias para conquistar el apoyo de la militancia. ¿Está Miguel Uribe apostando por una ruta independiente dentro del partido? ¿O fue excluido del cónclave estratégico que marcó la parada en el Huila?
Un respaldo con mensaje
Durante el encuentro, también hubo espacio para respaldos cruzados. La senadora Paloma Valencia expresó públicamente su apoyo a una candidatura regional a la Cámara de Representantes, lo que fue interpretado como un movimiento táctico para fortalecer alianzas locales y expandir su influencia de cara a una posible consulta interna presidencial.
Por su parte, María Fernanda Cabal y Paola Holguín destacaron la importancia de consolidar una visión de país que ponga en el centro el respeto por las libertades, la seguridad jurídica y el rescate de la economía nacional, pilares del discurso uribista que ha venido cobrando fuerza ante las divisiones internas del Pacto Histórico y el desgaste del gobierno Petro.
¿Unidad o pulso por el poder?
La imagen proyectada por Cabal, Valencia y Holguín puede ser leída como un gesto de unidad, pero también como un aviso: el liderazgo real del Centro Democrático se está jugando entre figuras con trayectoria legislativa, base territorial y discurso sólido. A pesar de los mensajes conciliadores del partido, la carrera por la candidatura presidencial parece haber entrado en una etapa decisiva.
El próximo foro del partido será determinante para observar si la unidad es una estrategia de imagen o una realidad estructural. Por ahora, en el Huila, fueron las “generalas” quienes marcaron la pauta.