El reciente anuncio de que el alcalde de Neiva, Germán Casagua Bonilla, inició un periodo de vacaciones acompañado de un reconocimiento económico superior a $28 millones, ha generado polémica entre la ciudadanía y sectores políticos.
La decisión, formalizada mediante el Decreto No. 621 de 2024, llega en un contexto de graves dificultades financieras para la ciudad, escasa ejecución de proyectos y un empréstito aprobado recientemente por $80 mil millones para cubrir necesidades urgentes del municipio.
Casagua Bonilla, quien asumió el cargo en enero de 2024, se ausentará de sus funciones del 2 al 23 de enero de 2025. Durante este periodo, se le otorgará un pago total de $28.019.001, distribuidos en $15.859.954 por vacaciones, $10.813.606 como prima de vacaciones y $1.346.441 en bonificación especial de recreación. Si bien estos montos están contemplados en la normativa laboral, su aprobación contrasta con las recurrentes declaraciones del mandatario sobre la necesidad de austeridad debido a la falta de recursos en las arcas municipales.

¿Austeridad para quién?
La contradicción entre los discursos del alcalde y su propio manejo de los recursos públicos ha generado indignación. Casagua Bonilla ha reiterado en múltiples ocasiones la difícil situación económica de Neiva, justificando decisiones como el polémico empréstito aprobado hace menos de 15 días por el Concejo Municipal. Este crédito por $80 mil millones, según el alcalde, será destinado a cubrir obras prioritarias y paliar la falta de inversión en infraestructura y servicios básicos, pero hasta ahora no se han evidenciado avances significativos en proyectos tangibles que beneficien a la ciudadanía.
Mientras tanto, el pago por concepto de vacaciones, que equivale a más de 28 salarios mínimos mensuales legales vigentes, contrasta con las carencias que enfrentan los habitantes de Neiva. Líderes comunitarios y ciudadanos han cuestionado si este desembolso millonario refleja una desconexión entre la administración municipal y las prioridades de la ciudad.
Un año de gestión con pocos resultados
Tras un año en el cargo, los resultados de la gestión de Casagua Bonilla han sido objeto de crecientes críticas. Hasta el momento, no se ha evidenciado la ejecución de proyectos relevantes que impulsen el desarrollo económico o mejoren la calidad de vida de los habitantes. La ciudad enfrenta retos significativos, como el deterioro de la infraestructura vial, la inseguridad y la falta de empleo, sin que la administración haya presentado soluciones claras y efectivas.
Además, el empréstito de $80 mil millones ha sido percibido por algunos sectores como un respiro financiero temporal, pero no como una solución sostenible a los problemas estructurales de la ciudad. La falta de transparencia en la priorización de proyectos y el lento avance en su ejecución agravan las dudas sobre la capacidad de la administración para liderar un cambio efectivo.
Reacciones ciudadanas
La noticia de las vacaciones del alcalde y los pagos asociados ha generado una ola de críticas en redes sociales y entre sectores de la oposición. “No está mal que el alcalde tome vacaciones, es su derecho. Lo que está mal es que lo haga mientras la ciudad está sumida en una crisis financiera y sin obras visibles”, comentó un líder comunitario.
Por su parte, algunos ciudadanos han cuestionado la falta de empatía del mandatario, quien parece ignorar las necesidades de los habitantes de Neiva. “Es inconcebible que hable de austeridad mientras recibe una bonificación de recreación, como si la ciudad estuviera en su mejor momento”, expresó una residente del municipio.