Colombia avanza en bioimpresión 3D, pero los obstáculos normativos detienen su salto en salud digital
Investigadores y emprendedores mostraron innovaciones que van desde tejidos vivos para estudiar el Parkinson hasta prótesis personalizadas, pero advirtieron que la falta de ecosistemas colaborativos y la rigidez de las normas limitan su impacto en pacientes y mercado.
El sector empresarial y diferentes universidades colombianas han tenido progresos importantes en bioimpresión y manufactura aditiva en los últimos años, pero aun así enfrentan barreras burocráticas que impiden que el país alcance niveles de madurez en salud digital
En esto coincidieron los expertos que intervinieron en el simposio Crossing Borders in Health Tech 2025, que organizaron la Escuela de Ciencias e Ingeniería y la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, al señalar que, aunque hay más avances en modelos de investigación e innovación tecnológica local, se requieren de ecosistemas colaborativos, regulaciones más flexibles y acompañamiento humano para convertirse en soluciones reales.
Fernando Ruiz, exministro de Salud y Protección Social, explicó que hoy en día es necesario que la regulación de la telemedicina sea el control de la calidad de los servicios, pero no una restricción absolutamente crítica para el acceso. “El reto actual en telemedicina es cómo pagarla, cómo mantener un sistema de pago adecuado para la telemedicina, la salud digital y los wearables… El tema tecnológico queda siempre atrás en la lista”, afirmó.
Para Ruiz, las limitaciones en la implementación de la salud digital en Colombia se derivan de una fragmentación de los sistemas sanitarios en la región. Mientras en Europa ya hablan de niveles de madurez en salud digital, América Latina apenas está en estrategias nacionales, e incluso a nivel local se presentan problemas en la unificación de esfuerzos.
“Tenemos una diversidad y una multiplicidad de actores tan grande, que es absolutamente complejo esa aplicación y esa adopción… Colombia tiene 11.000 hospitales; de esos, 1.200 son públicos y más de 9.000 privados, cada uno funcionando en su propia dinámica, en su propia realidad”, añadió el exministro.
Futuro de la bioimpresión 3D
La bioimpresión 3D es uno de los avances más prometedores de la tecnología de la salud o HealthTech. Este modelo de medicina personalizada utiliza biotintas, mezclas de células humanas y materiales biocompatibles, para crear tejidos vivos. Carolina Muñoz, bióloga y profesora del Departamento de Ingeniería Biomédica de los Andes, habló del futuro de la bioimpresión, resaltando el potencial de esta tecnología que busca construir órganos y ofrecer plataformas experimentales que permitan probar fármacos y estudiar enfermedades.
La bióloga presentó el desarrollo de un modelo neuroinmune para la enfermedad de Parkinson, cuyo objetivo es imitar los efectos de esta enfermedad en el cerebro. Este enfoque les permitió elaborar una tecnología más precisa que los tradicionales cultivos 2D y menos costosa que los organoides, mini-estructuras tridimensionales similares a órganos creadas en laboratorio. “Los organoides son muy costosos y variables; los modelos animales tienen limitaciones éticas. Por eso trabajamos en alternativas más controlables”, señaló.
Juan Carlos Cruz, profesor del Departamento de Ingeniería Biomédica de los Andes, amplió la explicación de su colega, indicando cómo emplearon esferoides celulares magnetizados, pequeñas esferas hechas de células agrupadas, y modelación computacional, utilizada para crear simulaciones que predigan cómo se unirán y crecerán esos esferoides, para reducir el tiempo de maduración de tejidos funcionales. “La fusión de los esferoides en presencia del campo magnético ocurre en tan solo 48 horas… típicamente tomaba 7 días”, afirmó.
La bioimpresión 3D se destaca como uno de los modelos de salud digital con mejor proyección en el mercado internacional. Se estima que esta tecnología tiene un valor global de entre USD 2.580 y USD 4.000 millones en 2025 y se proyecta que podría alcanzar los USD 8.420 millones en 2034, según BioSpace y Roots Analysis Business Research and Consulting.
Manufactura aditiva
La impresión 3D ha contribuido a la innovación de otros sectores de la salud. Jorge Robledo, fundador de Prótesis Avanzadas, compartió su experiencia fabricando manualmente estos dispositivos artificiales y el impacto que ha tenido esta tecnología en su elaboración. Resaltó que la integración de la impresión 3D redujo los tiempos de producción de un mes a una semana y permitió la creación de prototipos personalizables.
Su empresa ha logrado más de 150 adaptaciones exitosas, que van desde prótesis parciales, como dedos, hasta manos robóticas multifuncionales. No obstante, comentó que este tipo de emprendimientos locales enfrentan barreras burocráticas, como el cumplimiento de las regulaciones del INVIMA, que demoran la comercialización de productos y los vuelven más costosos.
Carolina Pardo, decana de la Escuela de Ciencias e Ingeniería de la Universidad del Rosario, dijo que este encuentro convocó un diálogo dinámico entre médicos, ingenieros, científicos de la computación e innovadores en la industria, para que la innovación en salud pase del laboratorio a la vida real. “En espacios como Crossing Borders aportamos investigación y talento humano; las empresas nos entregan agilidad y enfoque, y el sector empresarial nos recuerda la necesidad concreta de soluciones costo-efectivas y accesibles”, añadió.
La salud y la tecnología no son fines en sí mismos, son medios para construir una sociedad más justa, más informada y con una atención en salud mucho más humana, anotó Juan Mauricio Pardo, decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, al señalar que “HealthTech es una revolución cultural: una forma de repensar cómo concebimos la salud, cómo accedemos a ella y cómo logramos que la innovación llegue a todos los rincones sin exclusiones”.


















