Una avalancha de inconsistencias técnicas, desproporciones estadísticas y contradicciones conceptuales ponen en entredicho la encuesta y el análisis digital publicados por Guarumo y EcoAnalítica. ¿Se está construyendo una percepción de consenso artificial en favor del presidente?
En medio del agitado clima político que vive Colombia de cara a las elecciones de 2026, la encuesta revelada por Guarumo y EcoAnalítica ha desatado una ola de cuestionamientos desde distintos sectores académicos, técnicos y ciudadanos. Uno de los más críticos fue el reconocido estratega y consultor en comunicación Juan Sebastián Delgado, quien denunció, a través de un detallado hilo en la red social X, las inconsistencias y sesgos metodológicos de los estudios presentados por ambas firmas, los cuales sugieren que el presidente Gustavo Petro lideraría la intención de voto en un escenario hipotético de reelección.
Delgado advierte que Guarumo lanzó en simultáneo dos productos orientados a moldear la opinión pública: un estudio digital basado en redes sociales y motores de búsqueda, y una encuesta tradicional de favorabilidad. En ambos casos, señala, hay “grandes inconsistencias” que permiten inferir una posible intención de manipulación del escenario electoral.
Uno de los puntos más alarmantes que expone el consultor se encuentra en el llamado “tracking digital”, en el cual Guarumo reporta cifras idénticas de seguidores y crecimiento en múltiples cuentas analizadas, incluso en perfiles que llevan años activos. “Es prácticamente imposible que una página no aumente o pierda al menos un seguidor durante el tiempo del análisis”, enfatiza Delgado, cuestionando la veracidad de los datos utilizados.

Además, el estratega subraya la ausencia de claridad en los criterios para definir categorías como “tendencia” o “contenido viral”, así como la falta de ponderación de interacciones en función del número de publicaciones o seguidores, lo que distorsiona por completo las comparaciones. A esto se suma un análisis parcial de los anunciantes políticos en Meta (Facebook e Instagram), en el que, según Delgado, se omiten figuras clave que han pautado con altos montos según registros oficiales, incluyendo a un precandidato que ni siquiera figura entre los 74 supuestos aspirantes presidenciales listados por Guarumo.
En cuanto a la encuesta tradicional, el cuestionamiento gira en torno a la representatividad de la muestra. Delgado indica que en municipios con poblaciones cercanas a las 600 personas, solo se encuestaron 16, un número ínfimo que compromete la confiabilidad estadística del estudio, especialmente cuando se pretende extrapolar los resultados a una población electoral estimada en 37 millones de colombianos.
Más grave aún es la contradicción interna que resalta tanto Delgado como la psicóloga y columnista María Piedad Gil Botero. Mientras la encuesta muestra que el 50,3 % de los encuestados considera que Petro va “mal o pésimo” y que el 53,8 % no respaldaría su propuesta de una asamblea constituyente, también afirma que el mandatario lideraría en intención de voto frente a expresidentes como Álvaro Uribe, Iván Duque, Juan Manuel Santos, Andrés Pastrana y Ernesto Samper.
“¿De verdad nos creen tan pendejos?”, se pregunta Gil Botero en una columna que desmonta punto por punto los resultados publicados, denunciando la falta de seriedad conceptual y una evidente intencionalidad política. “Si un candidato tiene solo un 26,6% de percepción positiva o favorabilidad, no es coherente ni estadísticamente defendible que tenga la mayoría de intención de voto”, afirma, acusando a Guarumo de manipular psicológicamente al electorado mediante el uso de un fenómeno conocido como “percepción de consenso”.

Este concepto, ampliamente estudiado en psicología social, se refiere a la tendencia humana a creer que la mayoría comparte sus creencias o preferencias, y es uno de los mecanismos más utilizados en campañas de propaganda para condicionar la conducta de los votantes, especialmente los indecisos o los que carecen de formación política sólida.
Gil Botero, quien también es sobreviviente de cáncer y crítica del deterioro del sistema de salud bajo el actual gobierno, enumera las principales preocupaciones del país según la misma encuesta: salud (23,7 %), inseguridad (20,3 %), corrupción (15,9 %), costo de vida (10,3 %) y desempleo (9,4 %). Según la columnista, estas cifras reflejan con claridad los puntos débiles del gobierno Petro, lo que hace aún más inverosímil que goce de una supuesta intención mayoritaria de reelección.
“Nos quieren meter el dedo a la boca haciéndonos pensar que existe una correlación positiva donde hay una correlación nula”, remata Gil, exigiendo mayor respeto por el electorado y transparencia en la medición de la opinión pública. Por su parte, Delgado recuerda que estas prácticas de manipulación ya fueron documentadas en su tesis de maestría, en la que analizó cómo se construyen artificialmente consensos mediante datos amañados, jugando con los temores y esperanzas de la ciudadanía.
Como concluye la columnista Gil Botero: “Ya es tiempo de que le juguemos al respeto, de que ganemos en franca lid… y que la verdad impere por encima de verdades amañadas y manipuladas”.