Los presos van a trabajar, se acabó la fiesta: María Fernanda Cabal y su propuesta para reformar las cárceles en 2026
Cada recluso pagará su comida y su celda con trabajo. Cárceles sin beneficios, sin celulares y sin mafias”: así advierte Cabal que será su política carcelaria si llega a la Presidencia.
Se acabó la impunidad, se acabaron los privilegios: la senadora María Fernanda Cabal lanza una propuesta de reforma penitenciaria que promete romperle la columna al crimen desde sus bases.
No es una promesa, es una advertencia: “Cada preso trabajará para pagar su comida y su alojamiento”, sentenció la senadora y aspirante presidencial María Fernanda Cabal en una de sus propuestas más duras y contundentes hasta ahora. En su visión de país para 2026, las cárceles dejarán de ser hoteles subsidiados por el Estado y se convertirán en centros de trabajo forzado, disciplina y control absoluto del crimen.
“Yo no prometo, me comprometo. Esto no es venganza, es justicia. Basta de ver a los criminales como víctimas”, afirmó Cabal, al presentar una propuesta que va mucho más allá de la simple construcción de cárceles: se trata de una reforma integral, con mano firme, para erradicar de raíz el hacinamiento, el ocio criminal y la operación mafiosa desde los penales.
Trabajo obligatorio y fin de los privilegios
La propuesta incluye trabajo obligatorio para todos los reclusos, quienes deberán cubrir el costo de su estadía en prisión con labores productivas. Se acabó el tiempo del ocio, de las visitas de lujo y de los jefes criminales ordenando masacres desde un teléfono celular escondido bajo el colchón.
“Vamos a construir cárceles de alta seguridad en alianzas público-privadas, sin hacinamiento y con control total del Estado. Cárceles donde las bandas no puedan reclutar ni dominar, donde los delincuentes de menor impacto no terminen convertidos en soldados del crimen organizado”, explicó Cabal.
A los terroristas y jefes mafiosos los espera un destino claro: cárceles de máxima seguridad, sin celulares, sin visitas manipuladas, sin privilegios de ningún tipo. La senadora es enfática: el crimen no puede tener bases de operaciones tras las rejas.
Fin de los beneficios para reincidentes y criminales atroces
Uno de los puntos más polémicos y que más debate promete generar es su rechazo absoluto a las rebajas de pena. “Basta de beneficios para violadores, asesinos, secuestradores y reincidentes. Colombia no puede seguir premiando a quienes destruyen la vida de otros. Aquí no hay espacio para la clemencia con los monstruos”, declaró.
Para Cabal, el sistema penitenciario actual ha sido cómplice del deterioro de la seguridad ciudadana. “Las cárceles están podridas, tomadas por mafias, sin control, y con leyes que solo benefician a los bandidos. Eso se acaba. El que la hace, la paga. Y en mi gobierno, la paga trabajando”, disparó.
¿Justicia o autoritarismo?
La propuesta de la senadora, que no teme pisar callos ni sacudir el avispero, ha comenzado a generar opiniones divididas. Mientras sectores ciudadanos aplauden su dureza y la consideran una respuesta necesaria ante el desborde de criminalidad, defensores de derechos humanos ya han encendido alarmas sobre una posible “militarización del sistema penitenciario”.
Pero Cabal no se detiene: “La democracia está en peligro cuando las cárceles se convierten en clubes para el crimen. Colombia necesita orden, disciplina y carácter. Y eso es lo que voy a imponer desde el primer día de mi gobierno”, advirtió.
En tiempos de inseguridad, miedo e impunidad, su propuesta puede ser vista como extrema por algunos… pero necesaria por muchos. Lo cierto es que Cabal ha vuelto a poner sobre la mesa un debate ineludible: ¿vamos a seguir protegiendo a los criminales o vamos a recuperar el control de las cárceles y del país?