Con 8,6 % en intención de voto, María Fernanda Cabal se posiciona como la carta más sólida del uribismo rumbo a 2026, desafía a los punteros con discurso frontal y deja claro que su estrategia apunta a disputar el poder sin medias tintas.
La senadora María Fernanda Cabal, una de las figuras más visibles del uribismo y precandidata presidencial del Centro Democrático, volvió a agitar el panorama político nacional al compartir con entusiasmo los resultados de una reciente encuesta de Atlas Intel sobre intención de voto para las elecciones presidenciales de 2026.
En el sondeo, la líder opositora se ubica en el cuarto lugar con un 8,6 % a solo unos puntos de los candidatos que encabezan la lista, lo que la posiciona como una contendiente cada vez más sólida en la carrera hacia la Casa de Nariño.
La encuesta consultó a los ciudadanos con la pregunta: Si las elecciones fueran mañana y estos fueran los candidatos, ¿por quién votaría en las elecciones presidenciales? El resultado más alto fue para el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo, quien alcanzó el 12,6 % del respaldo. Le siguen el exdirector del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS) y excongresista del Pacto Histórico Gustavo Bolívar, con 11,3 %; y la periodista y exdirectora de la revista Semana, Vicky Dávila, con 10,4 %. La senadora Cabal aparece justo detrás con 8,6 %, superando a otras figuras de trayectoria nacional.
La aspirante presidencial no tardó en reaccionar. Desde su cuenta oficial en X (antes Twitter), compartió un gráfico con los resultados del estudio y escribió: “A un año de la elección presidencial, tengo el privilegio que me regala Dios de estar en un lugar estratégico, según una de las encuestadoras más acertadas del mundo [sic]”. La congresista aprovechó para reiterar su confianza en que puede escalar posiciones en el transcurso del año y convertirse en la primera mujer presidenta en la historia de Colombia.
La senadora uribista también lanzó un mensaje directo a sus competidores, en tono firme y provocador: “La misión es derrotar al tibio, a la mala paga y a una periodista a quien le tengo mucho cariño. ¡Vamos por el triunfo! [sic]”, escribió, haciendo una clara alusión a Sergio Fajardo, Gustavo Bolívar y Vicky Dávila, respectivamente. Su estilo frontal, característico a lo largo de su carrera política, se mantiene como una de sus principales marcas de campaña.
Un ascenso que inquieta al centro y la izquierda
La consolidación de María Fernanda Cabal como una figura competitiva en el mapa electoral resulta significativa para el bloque de derecha, que busca unificar fuerzas frente al desgaste del actual gobierno de Gustavo Petro y al ascenso de nuevas figuras independientes. Su presencia en la encuesta de Atlas Intel con un porcentaje cercano al de candidatos con alta visibilidad mediática y administrativa, refleja un respaldo sólido dentro de una base conservadora que se mantiene activa.
En el entorno político, analistas ya señalan que Cabal se ha convertido en la carta más fuerte del uribismo de línea dura, en un momento en que el expresidente Álvaro Uribe ha adoptado un perfil más discreto y el Centro Democrático atraviesa un proceso de reorganización interna.
Además, su buena ubicación en este primer termómetro de intención de voto deja entrever que el discurso confrontacional, centrado en la crítica a la izquierda, el orden, la seguridad y la defensa del modelo económico liberal, sigue teniendo eco entre sectores importantes de la población, especialmente en zonas rurales, empresariales y religiosas.
La carrera por el 2026 ya arrancó
A medida que se aproxima el 31 de mayo de 2026, fecha de la primera vuelta presidencial, los precandidatos están intensificando su presencia pública. Sergio Fajardo, el puntero de la encuesta, ha manifestado estar evaluando seriamente una nueva candidatura, aunque sectores del centro aún debaten si su perfil puede consolidarse tras sus derrotas en 2018 y 2022. Por su parte, Gustavo Bolívar se perfila como el heredero político del petrismo, mientras que Vicky Dávila, una novedad en la contienda, aparece como una opción sorpresiva que podría capitalizar el voto de opinión.
Cabal, por su parte, ya ha dado señales claras de su intención de llegar hasta el final. En intervenciones recientes, ha criticado duramente la gestión del presidente Petro, el manejo económico del país, la política de seguridad, y la reforma agraria. Su candidatura se basa en la promesa de restaurar el orden institucional, combatir el “castrochavismo” y defender lo que denomina “los valores de la familia y la patria”.
A diferencia de otros aspirantes, la senadora ha construido una base digital sólida y un discurso que la conecta emocionalmente con un electorado que se siente excluido o frustrado por el rumbo actual del país. Su capacidad para capitalizar esa indignación y traducirla en votos será clave en el desarrollo de la campaña.
Un panorama aún incierto
El margen entre los primeros lugares en la encuesta de Atlas Intel es estrecho, lo que sugiere que aún no hay una figura presidencial dominante y que el escenario podría cambiar drásticamente a medida que se definan alianzas, se conozcan más candidaturas y se intensifiquen los debates. Sin embargo, el posicionamiento de Cabal la confirma como una protagonista ineludible de la contienda de 2026.
Mientras tanto, desde su bancada en el Senado y sus plataformas digitales, la senadora continuará con su estrategia: crítica permanente al gobierno, conexión directa con las bases conservadoras y consolidación de una imagen de liderazgo fuerte, decidida a desafiar el statu quo y a llevar el legado del uribismo a una nueva etapa.
En sus propias palabras: “Vamos por el triunfo”.