Incertidumbre en la producción de pasaportes en Colombia: posibles retrasos y dudas sobre el nuevo modelo
El cambio impulsado por el gobierno Petro sigue sin definiciones claras y podría derivar en una prórroga del contrato actual.
El proceso de fabricación de pasaportes en Colombia sigue envuelto en incertidumbre. A pesar de que la firma Thomas Greg & Sons retiró la millonaria demanda de casi $120.000 millones contra el gobierno, el problema ahora se centra en la viabilidad del nuevo modelo de producción y en los tiempos de implementación.
Un plan en revisión: ¿qué pasará con la alianza con Portugal?
El gobierno de Gustavo Petro había anunciado un cambio en la fabricación de pasaportes, estableciendo que Portugal actuaría como aliado estratégico mediante la transferencia de tecnología y la capacitación a la Imprenta Nacional, entidad que asumiría la personalización de los documentos desde el 1 de septiembre de 2024.
Sin embargo, la llegada de Laura Sarabia al Ministerio de Relaciones Exteriores ha generado nuevas dudas sobre el futuro del plan. La cancillería ha indicado que aún evalúa la viabilidad del acuerdo con Portugal, lo que pone en duda el cumplimiento del cronograma inicialmente previsto.
De acuerdo con información de El Tiempo, hasta la fecha no se han destinado recursos del Presupuesto Nacional para este proceso, lo que representa un obstáculo significativo para su desarrollo. Además, persiste la preocupación por la falta de experiencia de la Imprenta Nacional en la fabricación de documentos de alta seguridad, lo que aumenta la posibilidad de retrasos y fallas en la implementación del nuevo sistema.
Posible prórroga con Thomas Greg & Sons
Ante este panorama incierto, expertos advierten que el contrato de urgencia con Thomas Greg & Sons, por $206.000 millones y vigente hasta agosto de 2025, podría ser prorrogado. Esto significaría que, a pesar de los intentos del gobierno por cambiar el modelo de producción, la empresa privada seguiría manejando el proceso por un tiempo más prolongado.
El debate sobre la producción de pasaportes también ha estado marcado por controversias políticas. Desde que se eligió a Portugal como socio estratégico, han surgido sospechas sobre la influencia del exministro Álvaro Leyva en la decisión, especialmente debido a los viajes de su hijo a Europa y sus reuniones con empresarios del sector.
Mientras tanto, la Cancillería se encuentra en un proceso de reestructuración interna, lo que ha implicado la salida de varios funcionarios cercanos a Leyva, añadiendo un factor más de inestabilidad en la transición.
Un futuro incierto y preocupación por los usuarios
La falta de claridad en este proceso genera inquietud entre los ciudadanos, especialmente ante la posibilidad de retrasos en la expedición de pasaportes si el nuevo modelo no está listo en los tiempos previstos.
A medida que avanza el tiempo sin soluciones concretas, la posibilidad de que Thomas Greg & Sons continúe con el contrato se vuelve cada vez más real, lo que podría frustrar los planes del gobierno de establecer un modelo estatal para la producción de estos documentos.